Elena Tablada ha explotado contra todos los que le han criticado por la presencia de su hija Ella, fruto de su relación con David Bisbal, en el funeral de la abuela de la socialité, Elena Moure, quien murió el pasado 17 de noviembre a los 92 años. Cansada, y dolida por el "buying" que sufre a través de las redes sociales, la diseñadora ha expresado su enfado en Instagram.
Tablada ha publicado varios stories en los que ha dejado claro que no va a permitir que nadie cuestione la educación que le está dando a su hija. "Hace casi una semana que se fue mi abuela. Para quienes no lo saben, me crie con mi abuela y era mi madre. Agradecer los mensajes tan lindos de mis seguidores, que me han ayudado a aceptar y a superar este duelo", ha comenzado diciendo.

La ex de Bisbal respondía a sus críticos: "Como crío a mi hija lo decido yo. Lo pienso, lo medito, lo estudio mucho y como la crío lo elijo yo. Si la llevo al funeral de su bisabuela es porque ella me lo ha pedido. Los niños tienen que entender que existe la muerte y así podrán valorar la vida", ha continuado.
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Elena ha justificado la presencia de Ella en el funeral de su bisabuela, a la que estaba muy unida: "El amor se da mientras que estamos aquí y mientras podemos disfrutar de la gente que queremos. No haberla dejado acudir al funeral de su bisabuela, a la que adoraba, nos hubiese pesado a las dos tarde o temprano. Es importante entender que la muerte existe y que las personas físicamente estamos aquí de paso, pero duramos para siempre en nuestros corazones", ha explicado.

"Respeto vuestra opinión pero no me importa. No gasten el tiempo opinando cómo crío a mi hija. A mí no me importa vuestra vida, como eduquen a sus hijos... no me interesa. Espero que sepan respetar la mía también", ha pedido, enfadada por los ataques recibidos.
En su larga respuesta, Elena ha mostrado el orgullo que siente por su familia: "Somos peculiares. No tenemos que gustar a todo el mundo. Pero tengo la mejor familia del mundo para mí, y estoy tan orgullosa de ellos... Hacemos fotos porque es nuestra manera de mantener los recuerdos vivos. Así me enseñaron, así estoy orgullosa de ellos y ojalá mucha gente sintiese el respeto que me ha enseñado a mí mi familia, por aceptar cómo son los demás y cómo actúan ante la adversidad, el luto... Grandes valores humanos como me han enseñado a mi. Eso ya no existe. Con la pandemia la gente es peor todavía", ha declarado.
La diseñadora está cansada de tolerar este tipo de comentarios: "No soy de estos vídeos ni de contar mi vida pero siento que tenía que hacerlo porque el bullying on line está fuera de control. Hay tanto odio en las redes, tanta envidia, tanta maldad, tanta falta de respeto, inhumanidad... Hay que hacer algo al respecto. Me da vergüenza. Yo estoy muy tranquila con mi vida y cómo la vivo. Allá cada uno con la suya", ha sentenciado.