Isabel Pantoja sobrelleva el tsunami que contra ella ha levantado su hijo Kiko Rivera a base de pastillas. Eso es al menos lo que dicen en los compañeros de la cadena para la que trabaja la tonadillera: está medicada y sin moverse de la cama tras la entrevista de Kiko Rivera del pasado viernes.
La cantante permanece callada, apenas se comunica con su hermano y desde el viernes nadie entra ni sale de Cantora. Dicen que está en shock total desde que el viernes su propio hijo la tachara de ladrona y mala madre delante de media España. Isabel, a sus 64 años, no ha vuelto a abrir la boca más allá del comunicado que envió el miércoles pasado, aunque se espera otra de sus exclusivas, por la que podría cobrar hasta 180.000 euros. "Su entorno está muy preocupado, ella está en estado de shock, paralizada y catatónica", aseguran. No se sabe es sí vio el programa del viernes pero sí que "le han contado muchas cosas" y que debido a eso, habría sufrido "varias crisis de ansiedad durante todos estos días", como Isa P en La casa fuerte.