El príncipe africano Randy Koussoy Alam Sogan saltó a los medios el pasado 3 de octubre por organizar una fiesta ilegal para más de 200 personas en una casa de más de 2.000 metros cuadrados que él mismo alquiló en el madrileño distrito de Aravaca. En dicho festejo había rostros conocidos del mundo del espectáculo, la política y el deporte. El jugador de la NBA, Willy Hernángomez, reconoció su presencia y pidió perdón.
No ha pasado ni un mes después de aquello y el príncipe Randy, presidente de Black Lion Rising Investments y Black Lion Holdings, ha vuelto a ser pillado saltándose las restricciones impuestas por el Covid-19 en Madrid. El empresario disfrutó durante la madrugada del domingo de una celebración en un conocido local de copas ubicado en la calle de la Cruz, en pleno centro de la capital.
La Policía Municipal desaloja una fiesta ilegal en un local de #Centro que acaba con 3 detenidos. Más info:??https://t.co/7x47RK0qXi#SeguridadCiudadana pic.twitter.com/igETKmbDFR
— Policía Municipal de Madrid (@policiademadrid) October 26, 2020
El príncipe era una de las 36 personas que se encontraban en el interior del bar cuando la Policía forzó la puerta del establecimiento en torno a las 6.15 horas de la madrugada tras haber sido avisados por los vecinos, según cuenta el medio Nius. En mitad del desalojo hubo gran tensión y el portero del local fue detenido después de mantener un enfrentamiento con uno de los agentes.

Al igual que el resto de asistentes, Randy no llevaba mascarilla ni guardaba las distancias de seguridad. Por este nuevo desacato a la ley, él y todos sus compañeros de juerga serán sancionados con una multa de 700 euros, una cantidad que parece insignificante para el heredero al trono del reino de Dahomey, un antiguo estado africano en el Golfo de Guinea.
