Baltasar Garzón cumplió este lunes los 65 años. Celebró su cumpleaños muy bien acompañado por la antigua ministra de Justicia y actual fiscal general del Estado, Dolores Delgado (57), con la que el pasado mes de septiembre se fue de viaje a Roma.

Garzón y Delgado se reunieron para comer en un famoso restaurante del centro de Madrid, tal y como captaron este lunes las cámaras de Ya es mediodía. Llegaron por separado. La fiscal llegó sobre las 2 y media de la tarde y el juez quince minutos después. Durante la comida, Dolores lo sorprendió con un regalo: una corbata de una firma de lujo  francesa, cuyo precio se aproxima a los 200 euros. 

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La que fuera ministra de Pedro Sánchez salió alrededor de las seis de la tarde por la puerta de atrás, acompañada por su inseparable guardaespaldas. Garzón abandonó el establecimiento por la puerta principal ignorando las preguntas del reportero. El encuentro entre los dos se produjo semanas después de su comentado viaje a Roma, en el que durante una cena "él le tomó una mano tiernamente y se la besó", tal y como informó un turista a El Mundo. 

La amistad de Dolores Delgado y Baltasar Garzón comenzó al menos hace 25 años, cuando ella, fiscal treintañera, llegó a la Audiencia donde el jienense ejercía como fiscal antidroga. Ella se separó en 2018 de Jordi Valls Capel, alto ejecutivo de El Corte Inglés y retratista de paisajes urbanos. Se casaron en 1986, mientras ella preparaba su oposición a fiscal.

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Baltasar Garzón sigue oficialmente casado con Rosario Molina, profesora de biología con la que contrajo matrimonio hace 40 años y es madre de sus tres hijos María, Baltasar y Aurora, que le han hecho abuelo. Fue ella la que estuvo a su lado cuando el pasado mes de marzo el ex juez estuvo muy grave por coronavirus.

La comentada relación del ex comisario Villarejo con Garzón, a punto estuvo de costarle el puesto a Delgado cuando era ministra. Ella había negado tener nada que ver con el ex policía ahora encarcelado, cuando se filtró un audio de 2009, en el que la entonces titular de Justicia tildaba al ministro de Interior Grande Marlaska de "maricón".

Otro episodio destacable en la larga historia que une a Garzón y a la actual Fiscal General fue la famosa cacería en la finca jienense de Navaltoro, en 2009, donde ambos coincidieron. Aquella cacería desencadenó la dimisión del ministro de justicia de Zapatero, Mariano Fernández Bermejo.

Tras ser inhabilitado por el Supremo en 2012 por prevaricación, al grabar ilegalmente conversaciones de los cabecillas de Gürtel con sus abogados, Garzón montó un bufete, Illocad.

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