El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha llegado esta mañana al Vaticano acompañado de su mujer, Begoña Gómez, para la audiencia prevista con el Papa Francisco. Sánchez y su esposa accedieron al patio de San Dámaso bajo una ligera lluvia a las 9.11 horas y fueron recibidos por el regente de la prefectura de la Casa Pontifica, Leonardo Sapienza, quien les acompañó al interior del palacio pontificio. Sánchez se ha desplazado en una berlina negra de la marca Masserati facilitada por el Gobierno italiano, algo habitual en estas ocasiones.
Gracias, @Pontifex_es por recibirme en el Vaticano. Coincidimos en abordar la crisis ocasionada por el #COVID19 desde el multilateralismo y con una mirada social; protegiendo a los más vulnerables y avanzando, toda la sociedad unida, hacia un mundo más justo y solidario. pic.twitter.com/BMUGUXx2o8
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) October 24, 2020

La reunión con el papa ha tenido lugar, como es habitual, en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico. Al igual que su marido, la 'Primera Dama' vestía de oscuro como manda el protocolo vaticano. La delegación española está compuesta por la embajadora ante la Santa Sede, Carmen de la Peña, y miembros del equipo de Presidencia del Gobierno.
En la primera visita desde 2013 de un presidente español al Vaticano para ver al papa el Obispo de Roma, Sánchez ha subrayado la importancia de "construir la patria con todos". Aunque no ha realizado declaraciones tras el encuentro, el presidente ha asegurado en su cuenta de Twitter que ha coincidido con el papa en "abordar la crisis ocasionada por el COVID-19 desde el multilateralismo y con una mirada social; protegiendo a los más vulnerables y avanzando, toda la sociedad unidad, hacia un mundo más justo y solidario".
Tras la reunión, que ha durado cerca de 35 minutos, el papa ha regalado a Sánchez un relieve en bronce patinado que enmarca la figura de una mujer con un niño en brazos que entra en la columna de la Plaza de San Pedro, unas grandes manos entrelazadas en señal de fraternidad y una barca todavía en el agua con migrantes.
Según la explicación que ha adjuntado el Vaticano al objeto regalado, la frase inscrita en el marco 'Riempiamo le mani di altri mani' ('Llenemos las manos de otras manos') hace "referencia al llamamiento constante del papa Francisco a la acogida y a la misericordia".
Asimismo, el papa le ha obsequiado con los escritos más importantes que constituyen la hoja de ruta de su pontificado: la exhortación apostólica 'Amoris laetitia', sobre el amor en la familia así como las encíclicas 'Evangelii Gaudium', 'Laudato Si' y la última, 'Fratelli Tutti'.
Por su parte, Sánchez ha regalado al Santo Padre un facsímil del 'Libro de horas' del obispo Juan Rodríguez de Fonseca. Esta reproducción, cuyo original manuscrito data del siglo XV, es un libro de rezo para uso privado ricamente ilustrado.
"Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria", ha dicho el Papa, para quien la misión de los políticos es "una forma muy alta de la caridad y del amor".
El papa ha despedido a la delegación española con un mensaje de cariño. "Me gratifica mucho (la visita) y les pido por favor que recen por mí. Y los que no rezan porque no son creyentes al menos mándenme buena onda que me hace falta", ha concluido.
Sánchez ha señalado las similitudes sobre la visión de la sociedad internacional que tiene el Gobierno español y la última encíclica del papa, Fratelli tutti, pues "ambos ven un mundo donde la cooperación y la solidaridad son necesarias, partiendo de la fraternidad".
Posteriormente, el presidente del Gobierno se ha reunido con el secretario de Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher, con el que ha abordado temas de interés común, subrayando por ambas partes la voluntad de seguir profundizando en la estrecha colaboración existente, según Moncloa.
El PG, @sanchezcastejon, se encuentra en el Vaticano para asistir a su audiencia con el Papa Francisco. Entre otros asuntos, dialogarán sobre la situación provocada por la pandemia y la necesidad de unidad, fraternidad y cooperación ante sus efectos sociales y económicos. pic.twitter.com/CFjPHXrqWy
— La Moncloa (@desdelamoncloa) October 24, 2020
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Sánchez y su mujer llegaban cumpliendo puntuales a las dependencias del santo padre con un paraguas (en Roma está lloviendo) con los colores vaticanos, blanco y amarillo.
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Tal y como marca el protocolo en el caso de las mujeres, salvo que se trate de reinas católicas, se impone el vestido negro, tal y como ha hecho Begoña Gómez, on un traje de chaqueta elegante con manga tres cuartos y escote cerrado. El Vaticano prefiere que se eviten hombros descubiertos, escotes pronunciados, espaldas al aire o faldas cortas. El traje de la 'Primera Dama' es largo por debajo de la rodilla. Ha completado su sobrio outfit con unos salones negros con algo de tacóny un clutch a juego, además de la preceptiva mascarilla (negra). Eso sí, la mujer de Pedro Sánchez no se ha cubierto la cabeza con ningún tipo de velo. No ha usado mantilla, como hizo en 2013 su predecesora, Elvira Fernández, la mujer de Mariano Rajoy.

Esta ha sido la primera reunión entre el papa Francisco y el dirigente español. La última visita de un presidente del Gobierno de España fue el pasado 15 de abril de 2013, la de Rajoy. El dirigente conservador y su esposa acudieron al Vaticano solo un mes después de la elección de Jorge Mario Bergoglio como papa. En 2010, Benedicto XVI recibió en el Vaticano a José Luis Rodríguez Zapatero.

Otras mujeres de mandatarios como la mujer e hija de Donald Trump, Máxima de Holanda, la infanta Cristina o Michelle Obama o Juliana Awada, la ex Primera Dama argentina, sí optaron por cubrirse en su día.

Sin mascarilla con el Papa
El presidente del Gobierno, también con mascarilla negra como la de su mujer al llegar, ha escogido un traje oscuro, como es lógico, y no ha vestido el frac que antiguamente se exigía en las audiencias papales. Si bien Sánchez y su mujer han llegado con la mascarilla, en el interior y durante la audiencia y el intercambio de regalos, en presencia de Su Santidad, ni el presidente ni su esposa, ni nadie de la delegación la llevaba, y tampoco el Papa.

La reina Sofía en 2014
Doña Sofía y su marido se encontraron personalmente con el Papa Bergoglio el año de la abdicación de Juan Carlos I. El argentino es el séptimo Santo Padre que la griega y el nieto de Alfonso XIII conocen a lo largo de sus vidas. El primero fue Pío XII, Papa de la Iglesia Católica (Sofía es Cristiana Ortodoxa) entre el 2 de marzo de 1939 y el 9 de octubre de 1958. Como matrimonio conocieron a Juan XXIII cuando eras príncipes y los otros cinco (Pablo VI, Juan Pablo I -al que no saludaron personalmente por la brevedad de su papado-, Juan Pablo II, Benedicto XVI y el actual), como reyes. La madre de Felipe VI, que cuenta con el privilegio de vestir de blanco, lució un sencillo traje de chaqueta en ese color.

El privilegio de Letizia
La reina de España, y Letizia lo era en 2014, cuando se produjo esta visita, es una de las siete mujeres que poseen el "privilegio de blanco". La mujer de Felipe VI hizo uso de ello en su audiencia como esposa del Monarca. Aunque era la cuarta vez que se encontraban con un Papa, se trataba de la primera ocasión en que tenía derecho a vestir de blanco. Dado que el encuentro tuvo lugar en el despacho no lució mantilla. Un conjunto de chaqueta y falda de Felipe Varela bordado en hilo le otorgaron la sobriedad y elegancia que contemplamos en la imagen de archivo. El largo de la falda, al límite de lo admisible para el protocolo vaticano, apenas tapaba las rodillas que la ex periodista ahora ya no enseña.

Ivanka y Melania Trump
La actual Primera Dama y su hijastra Ivanka acudieron al Vaticano en 2017. Melania y su mantilla fueron motivo de comentario por su insólita colocación, más bien ridícula o paleta. La de rejilla con la que se cubrió la hija del presidente también resultó extraña.

Michelle Obama
En 2009, se celebraba la cumbre del G8 en Italia. Por ello, Barack Obama y su la Primera Dama se acercaron al Vaticano para ser recibidos por Benedicto XVI. Fue su prime encuentro. Michelle Obama eligió un vestido drapeado y l¡se cubrió con una mantilla de tul.

Juliana Awada y Macri, en 2016
Los argentinos, como Máxima de Holanda, tienen querencia con visitar a su paisano. Juliana Awada, entonces Primera Dama, en su visita al Vaticano de 2016, con mantilla y abrigo negro

Los reyes de Holanda
Máxima, compatriota del Santo Padre, le habló en su idioma en la cuarta vez que se veía con Francisco. La reina de Holanda vestía con traje largo negro y también lucía la tradicional mantilla. "Encantada de verle de nuevo", le dijo a Bergoglio.

La infanta Cristina y Urdangarin
Cómo cambian las cosas: en 2008, el predecesor de Francisco, el Papa Benedicto XVI, recibió en la residencia de vacaciones Castel Gandolfo a Cristina e Iñaki Urdangarin en 2008. No era la primera vez que eran recibidos en audiencia por un jefe de la Iglesias Católica. La primera vez fue en 1998, poco después de casarse, cuando Juan Pablo II les animó a ser padres. La infanta Cristina, como venmos, sí llevó mantilla con peineta.
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