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Álvaro Falcó, marqués de Cubas: de ser expulsado del colegio más caro del mundo al noviazgo con la hija de Philippe Junot, ex de su madre, Marta Chávarri

Álvaro Falcó Chávarri era en 1989 un niño de apenas seis años. Por entonces saltó el escándalo del romance del financiero Alberto Cortina con su madre, Marta Chávarri, con el posterior divorcio del marqués de Cubas, fallecido este martes, que se quedó con la custodia del hijo de ambos.

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Paralelamente, las fotos de Marta Chávarri sin ropa interior en Interviú contaminaron y distorsionaron hasta proporciones siderales la imagen de la joven madre, cuya exposición mediática ponía en una situación complicada no solo a ella sino a su niño. Por suerte, era muy pequeño, pero con los años podría haberse visto afectado por un tsunami mucho más virulento en su época del que viven hoy las hijas de Enrique Ponce Paloma Cuevas, por ejemplo, a las que su madre quiere llevarse fuera de España para preservarlas del huracán mediático provocado por el noviazgo del torero con la joven Ana Soria

Eso fue exactamente lo que pensó, con buen criterio, Fernando Falcó. Había que proteger al pequeño Álvaro, y llevarlo a estudiar Suiza era una buena idea. Era impensable imaginar siquiera que aquel soufflé fuese a bajar alguna vez. Los casos de la almeriense y Marta Chávarri no son comparables pero, para situarnos, la entonces marquesa de Cubas tenía por aquella época la misma edad que la estudiante de Derecho. 

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Abajo, vemos a Álvaro con su madre el día de su tercer cumpleaños, al que asistió su prima Tamara, como vemos en la otra imagen.

Marta Chávarri se había convertido, muy a su pesar, en el objetivo de los paparazzi y en la musa de los años del pelotazo, pero sobre todo era la madre de Álvaro. El más influyente articulista de la época, Francisco Umbral, la definió tras las imágenes de Interviú como "la ninfa desbragada del socialfelipismo".

Años después, el semanario hoy desaparecido fue condenado por retratarla sin bragas, solo con pantys transparentes, sentada en una conocida discoteca y enseñándolo todo por culpa de un flashazo indiscreto. 34 millones de las antiguas pesetas pagaría el Grupo Z años después, pero aquel número de Interviú fue uno de los más vendidos de su historia y las imágenes, por las que se pagaron seis millones de pesetas, fueron vendidas en medios internacionales como Newsweek, Time o The Sun, que tituló: "La marquesa sin bragas" cuando difundió la historia.

Influencer ochentera

Marta era lo que hoy llamaríamos la principal influencer nacional, solo que no había redes sociales. Fue la primera en ponerse zapatillas deportivas para salir a diario por el Barrio de Salamanca. Creaba tendencia con su belleza, su melena, sus jerséis en tonos pastel muy ajustados o sus ponchos. Demasiado para un niño que, ya de por sí, estaba destinado a ser carne de papel couché. Había que sacar al crío de ese infierno o padecería tarde o temprano los zarpazos de esa fama asfixiante que rodeaba a su madre y, de rebote, a su padre. 

El colegio más caro del mundo

Fernando Falcó, aconsejado por su amigo Juan Carlos de Borbón, antiguo alumo del centro, llevó al niño a Le Rosey en cuanto tuvo la edad. Hablamos del colegio más exclusivo y caro del mundo. Cerca de la ciudad suiza de Ginebra, a escasos kilómetros del lugar donde Mary Shelley situó el nacimiento del doctor Frankenstein, rodeado de naturaleza, se encuentra el centro privado de enseñanza conocido como "la escuela de los reyes", cuna de adinerados cachorros, herederos y seres con la sangre muy azul. Sus familias cuentan con un poder económico propio de príncipes, magnates y otras élites.

Allí envió el marqués de Cubas a su único hijo, Álvaro Falcó, hoy heredero del título una vez lo sancione Felipe VI y sea publicado en el BOE. Fernando Falcó quería sacar a su hijo de España porque, además de enseñarle idiomas y de hacer relaciones sociales, debía alejarle del tsunami mediático que suponía. El joven aristócrata había quedado bajo la custodia de su progenitor cuando, en 1989, su madre se separó de su padre tras la escandalosa "pillada" con el financiero Alberto Cortina, casado a su vez por entonces con Alicia Koplowitz.

En Le Rosey preparan a los alumnos de entre 7 a 18 años, para el Bachillerato francés y el Internacional en inglés, en francés o bilingüe. Las clases se dan en el castillo de Rosey, a orillas del lago Leman, en Rolle, pero solo en primavera y otoño. En invierno (de enero a marzo) el colegio se traslada a la estación suiza de Gstaad. Las instalaciones se despliegan en 28 hectáreas de bosque: piscinas, pistas deportivas, spa o centro náutico convierten el campus en un lujoso parque de atracciones. Las niñas cuentan con sus propias residencias en Le Combe: cuatro casas privadas y habitaciones individuales, dobles o triples. Entre los 8 y los 12 años, niños y niñas viven en The Junior Campus

El centro acoge cada año nada más que a 90 alumnos, la cuarta parte de las solicitudes presentadas, y solo el proceso de selección cuesta 2.300 euros. Además, hay que hacer un depósito de otros 7.300 euros  El networking infantil es tan importante como las clases en sí, o tal vez más. Está institucionalizado a través de la International Association of Former Roseans, que se ocupa de mantener conectados a los antiguos alumnos. Entre sus privilegiados estudiantes tenemos a personajes que van de Rainiero de Mónaco al mismísimo emérito Juan Carlos I, de los niños de los los Rothschild. al hijo de John Lennon o Elizabeth Taylor y hasta Bin Laden; de Filiberto de Saboya o los hijos de Norman Foster a Marie Chantal Miller, mujer de Pablo de Grecia.  El nieto de Winston Churchill también acudió al colegio, que aparece en la novela American Psycho de Bret Easton Ellis.  

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El problema fue que Álvaro, aquel 'niño' que pasó por allí, hoy un sagaz y emprendedor empresario, "fue un poco gamberro durante su estancia", nos cuenta un miembro de su familia que le vio nacer y crecer, pero que no quiere que publiquemos su nombre. "En Suiza fue muy travieso, se juntó con chavales de buenas familias pero muy malcriados y caprichosos", nos explican.

Expulsado

En Le Rosey no aguantan tonterías, por muy importante que sea la familia del alumno, y a pesar de que los precios de matrícula, estancia y mensualidad, más gastos extraescolares, pueden llegar a ser mareantes y absolutamente prohibitivos para el común de los mortales: por encima de 100.000 euros anuales para empezar a hablar. 

Álvaro fue enviado allí pero años después el marqués de Cubas recibió una advertencia de los responsables académicos encargados de velar por la disciplina de su hijo. Primero fue un warning, debido a que el alumno no se portaba demasiado bien, "se juntaba con los más golfetes, y montaba unos líos tremendos", nos cuenta un familiar. La cuestión es que a los responsables del elitista pero muy estricto centro se les acabó la paciencia y finalmente Fernando Falcó no tuvo más remedio que viajar a Suiza y llevarse a su hijo, que había sido expulsado del colegio.

Destrozó un gimnasio estando castigado

"Lo que ocurrió es que un grupo de alumnos, entre los que estaba Álvaro, estaban castigados en un gimnasio que acabaron destrozando. Fue definitivo", remarca nuestra fuente.

Madurez y éxito

Tras aquel incidente, Fernando Falcó, gran cazador y magnífico preceptor, supo corregir el tiro y reconducir la educación del pequeño gamberrete. Álvaro maduró, y no solo se ha convertido en un empresario de éxito sino que ha sido y es una gran hijo. En la actualidad, y como publicábamos nada más conocerse el fallecimiento de su padre, Álvaro, que estudió Administración y Dirección de empresas en la Universidad Francisco de Vitoria y tiene un master en el IE en Comunicación Corporativa.

El futuro marqués de Cubas mantiene una excelente relación con la marquesa de Griñón, su prima Tamara Falcó. De hecho fue uno de los invitados por Tamara a MasterChef Celebrity para probar sus platos como familiar de la futura marquesa de Griñón en una de las galas del concurso de TVE. 

Durante un tiempo, Álvaro vivió con su madre en el piso que le dejó el Ortega y Gasset su segundo marido, Alberto Cortina, al divorciarse, una propiedad que Marta Chávarri vendió años después para instalarse en otro inmueble cercano pero más pequeño, en Núñez de Balboa, donde ahora reside.

Álvaro se independizó y se fue a vivir con su novia. Primero salió durante años con una novia portuguesa, a la que llevó hace cinco años a aquella famosa inauguración de Cappuccino, en La Moraleja, el restaurante de su padre que ahora hereda. Fue la noche en la que Tamara, perseguida por los fotógrafos, montó un pollo y acabó llegando la Policía y pidiendo permisos que el local no tenía.

El primo carnal de Tamara Falcó vive ahora con  Isabelle Junot, hija del famoso playboy que volvió loca a Carolina de Mónaco en su juventud. Álvaro sale con la hija del actor francés y Nina Wendelboe-Larsen desde 2018. Ella también estudió en Le Rosey, pero intimaron tras coincidir en la Corrida Goyesca de Ronda aquel año. Isabelle Junot estudió en el internado suizo y después en el Liceo Francés de Madrid. Ha estudiado Arte Dramático en la Universidad de Virginia pero se dedica desde hace meses al coaching de alimentación intuitiva, según publicó hace días Vanity Fair.

¿Qué ocurrió entre tu padre y mi madre?

Como curiosidad, recordar que en el verano de 1996, cuando Álvaro tenía 12 años, Philippe Junot, padre de su actual novia, pasó unos días con la madre del futuro marqués de Cubas, Marta Chávarri, ya separada de Fernando Falcó y Alberto Cortina, en Mallorca. Las imágenes de ambos en actitud cariñosa las publicó Hola y el tema fue portada del semanario. Fue un quelque chose de verano, porque no se volvió a oír hablar de aquel romance. Ahora, Marta y Philippe vuelven a emparentar pero como 'consuegros'.

Dj, empresario e inversor

Álvaro, apreciado Dj en sus ratos de ocio (pincha bajo el nombre de Difalco), trabaja en una empresa de marketing digital,  y pertenece al círculo de amigos que integran otros conocidos cachorros en torno a la treintena o algo mayores, como Rosauro Varo o Alonso Aznar.Como contábamos hace días en Informalia, el aristócrata trabaja en el departamento comercial de Arkeero, una empresa de marketing digital, una de las carreras que finalmente estudió. Su labor tiene que ver con la búsqueda de patrocinadores para eventos deportivos. También en inversor: cuenta con el capital heredado de su padre.

Pelotazo y herencia

Álvaro Falcó disfruta hace dos años y medio del dinero que su padre sacó después de vender su inmenso latifundio extremeño, una inmensa finca. El nuevo propietario, el doctor que dio el pelotazo con la sanidad privada, Víctor Madera (coleccionista de castillos), se quedó con las 4.350 hectáreas situadas en el parque nacional de Monfragüe: alcornoques y madroñales, en una dehesa centenaria repleta de ciervos ibéricos. Fernando Falcó no vio que su hijo tuviera gran interés en conservar la propiedady la vendió al doctor ovetense, una de las personas más ricas de España, por una cifra que algunas fuentes sitúan en el entorno de los 20 millones de euros y otras en diez. En cualquier caso, el futuro económico de Álvaro está asegurado. El marqués la heredó de su hermana Rocío, marquesa de Berantevilla, que falleció en 1990 en un supermercado a causa de un desafortunado accidente.

El rey Juan Carlos, compañero de colegio de Fernando Falcó en Las Jarillas, la infanta Elena, Juan Abelló o las hermanas Koplowitz (Esther estuvo casada con Fernando Falcó) son algunas de las escopetas que han disfrutado del privilegio venatorio de finca Velero. Por cierto que, en los años 80, la Junta de Extremadura la expropió a la hermana de Carlos y Fernando, marquesa de Berantevilla en base a la Ley de Fincas Manifiestamente Mejorables, pero el Tribunal Supremo revocó la expropiación y se la devolvió a la familia. Con semejante respaldo económico no es de extrañar que haya invertido en el sector inmobiliario y en hostelería. 

Trámites para ser marqués

Álvaro Falcó será oficialmente marqués de Cubasdespués de solicitarlo formalmente, lo que hará previsiblemente después del luto por su padre. Tras estos meses de duelo, comenzarán los trámites burocráticos, idénticos a los que han llevado a cabo sus primos Manuel o Tamara Falcó, y habrá de pagar los impuestos que corresponden, poco más de 600 euros, tasa por una transmisión directa de un título sin grandeza de España (más caros).

Álvaró Falcó tendrá el honor de heredar el título que la reina Isabel II concedió en el año 1862 a María de la Blanca Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques, primera marquesa de Cubas. Después, todo será cuestión de que el Rey lo sancione y se publique en el BOE.

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