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El lado desconocido de Guillermo de Inglaterra: ataques de ira, alcohol, drogas y la peor influencia para su hermano

Los príncipes Guillermo y Harry están copando un sin fin de titulares en los tabloides británicos debido a las prometedoras revelaciones que esconde el libro Battle of brothers (Batalla de Hermanos). La obra saldrá a la luz en poco más de una semana y en ella se tratarán algunos de sus episodios más oscuros, como la forma en la que se vieron afectados por los escándalos matrimoniales de sus padres. Unas revelaciones que no dejan en buen lugar al marido de Kate Middleton.

Todo se remonta a 1995, cuando tres años después de su separación, Lady Di concedió su entrevista más rompedora a la BBC británica. En ella desveló que su matrimonio no solo estaba formado por ella y el príncipe Carlos, sino por otra persona más.

Fue entonces cuando habló sin pelos en la lengua de cómo se enamoró de su amante, James Hewitt. Cabe recordar que un año antes el hijo de Isabel II también confesó sus escarceos amorosos con Camila Parker Bowles. La entrevista de Diana desató la ira en el interior de su hijo mayor. En un extracto de la obra publicado por el Daily Mail, encontramos unas sorprendentes revelaciones sobre Guillermo de Inglaterra. 

"Se desató el infierno. Estaba furioso... Que había hablado mal de su padre, que había mencionado a Hewitt... Él comenzó a gritar y llorar, y cuando ella trató de abrazarlo, él la apartó de un empujón. Al día siguiente, Guillermo se disculpó con su madre por su mal genio y le regaló un ramo de flores. Pero Diana sintió que se había hecho un daño irreparable", se puede leer en el libro escrito por Robert Lacey.

El autor señala que este episodio cambió radicalmente la  vida del duque de Cambridge: "Había estallado en uno de los notorios ataques de ira que, de vez en cuando, marcarían su adolescencia y su vida adulta". Una imagen que no se corresponde con la que se tiene del príncipe Guillermo, desde siempre considerado el hijo ideal del matrimonio y el perfecto heredero del trono británico. 

El nieto de Isabel II protagonizó otro ataque de ira en 2005, año en el que su padre y Camila Parker Bowles contrajeron matrimonio. El autor recoge que Camila presenció algunos alborotos escandalosos: "Según ella, las disputas habían sido estremecedoras, con Guillermo gritando y Carlos sometiéndose dócilmente. En el reino de Guillermo, todo tenía que ser perfecto. Si su padre no lograba estar a la altura de la visión de su hijo, soltaba su furia", asegura atendiendo al círculo cercano de la duquesa de Cornualles.

Del mismo modo, Lacey asegura que fue Guillermo el que condujo a Harry al mundo de las drogas y el alcohol. En 1998, un año después de la muerte de la princesa de Gales, Harry ingresó en Eton, donde ya estudiaba su hermano. Se codeó entonces con su pandilla de amigos y juntos disfrutaron de una adolescencia frenética...

Una adolescencia en la que primaron las fiestas en el sótano de Highgrove, aquel que les construyó su padre y que bautizaron como Club H. En estas fiestas ambos consumían alcohol y cannabis a espaldas de su padre y la familia. Más de lo mismo sucedía en el club The Rattlebone Inn, que se encontraba cerca del mismo lugar, y donde continuaban con sus alocadas juergas. 

Durante esta época, además, Harry protagonizó uno de los momentos más escandalosos de su vida, cuando se presentó en una fiesta de disfraces luciendo un uniforme nazi. El autor señala a Guillermo como el responsable de que Harry luciera ese disfraz, ya que al contrario de reprimirle su actitud le aplaudió su 'gracia'. Al cumplir los 18 Guillermo dejó Eton, se tomó un año sabático y dejó a Harry solo, continuando con los excesos.

Estas revelaciones ponen en entredicho la imagen tierna que siempre se ha tenido del príncipe Guillermo. Una imagen que según el autor mosquea desde su adolescencia al príncipe Harry, al que siempre han señalado como el 'malo' y el rebelde de los dos hermanos.

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