Meghan Markle y el príncipe Harry están planeando al dedillo sus vacaciones de Navidad, aunque todavía queden tres meses para estas celebraciones. Son las primeras de su nueva vida en Estados Unidos, por lo que los duques de Sussex quieren disfrutarlas en su mansión de 14 millones de dólares en Santa Bárbara. Esto supone pasarlas lejos de Isabel II, algo que a la monarca no le sentaría del todo bien.
Según su entorno más cercano, tienen varios motivos para no querer regresar al Reino Unido en estas fechas tan marcadas: "Meghan tiene muchas ganas de celebrar su primera Navidad en su nuevo hogar junto a su madre. Ella está muy emocionada y planea hacer todas las tradiciones con las que creció cuando era niña, incluida la cocina", señala un amigo de ambos a The Mirror.

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Junto a ellos se sentará también en la mesa el productor musical David Foster, ex padrastro de Gigi y Bella Hadid, y su mujer, Katharine McPhee. "Son como padre e hijo", confesó la propia McPheem, muy amiga de Meghan, hace unos meses en Vanity Fair.

"En esta etapa, realmente están disfrutando de su nueva vida en California y su nuevo hogar (...) Actualmente no hay planes para que regresen al Reino Unido por Navidad", asegura otra fuente cercana a los duques al mismo medio, desvelando que la tensión que se podría generar entre el hijo pequeño del príncipe Carlos y su hermano, el príncipe Guillermo, es uno de los principales motivos por los que prefieren no regresar.
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Sostienen que la relación entre los dos está en mejor punto, pero tampoco es tan cordial como para sentarse con tranquilidad y calma en la misma mesa del Palacio de Sandringham: "Digamos que si bien las cosas están mejor entre Harry y su hermano, no es lo que era y no creo que nadie esté listo para una Navidad familiar acogedora en este momento", añaden.

De ser así, no serían las primeras vacaciones que pasan lejos de los royals británicos. Cabe recordar que el año pasado también las disfrutaron al otro lado del charco, en Canadá, para estar junto a la madre de la que fuera actriz de Suits. Semanas después anunciaron que abandonarían sus deberes reales y en marzo dejaron de formar parte de la corona británica oficialmente. Además, cabe destacar que este año también se enfrentan al Covid-19, que podría trastocar los vuelos transatlánticos si la situación empeora.
¿Está asegurada la cena británica?
Por otro lado, fuentes cercanas a palacio aseguran que el tradicional encuentro de Isabel II con su familia podría mermarse como consecuencia de la pandemia que ha paralizado al mundo. No obstante, hasta que llegue la fecha y las circunstancias lo permitan o no, la monarca hará todo lo que esté en su mano para sentar en su mesa al menos al príncipe Carlos y Camila; Guillermo y Kate Middleton; y otros de sus familiares más cercanos como es habitual.
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