Tras mucho tiempo alejada de la vida pública, la reina Sofía retomó hace unas semanas sus actividades de tipo solidario y cultural. Durante meses fue prácticamente invisible, sobre todo después que el rey Juan Carlos dejara España para refugiarse en los Emiratos Árabes Unidos, en medio de las impactantes noticias sobre sus posibles escándalos financieros.
La reina emérita hizo su visita anual en marzo al Cristo de Medinaceli, y en junio presidió una reunión con el patronato de la fundación que lleva su nombre. Luego volvió a aparecer este verano, en dos breves paseos por las calles de Palma con su hermana la princesa Irene y su prima Tatiana Radziwill.
Pero a finales de setiembre parecía muy contenta de retomar las citas pendientes de su calendario. Ecologista convencida, viajó a Málaga para participar en la recogida de residuos en una playa con motivo del Día Mundial de la Limpieza. Poco después visitó el Banco de Alimentos de Albacete y este miércoles, el de Toledo, donde se atiende a decenas de familias muy necesitadas.
Pero la preocupante situación sanitaria ha hecho que se anulara este mismo viernes un recital en Ibiza, a cargo de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, de la que la reina es presidenta de honor y con el que se inauguraba el VII Ciclo de Música de Cámara de las Ciudades Patrimonio.
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Este mes, le quedan dos citas pendientes muy importantes, a las que la reina nunca falta y que de momento siguen en pie. La primera es el próximo 15 de octubre en el Teatro Real, donde doña Sofía entrega el Premio BMW de Pintura. Y al día siguiente, Asturias espera a la reina emérita para la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias.
De acudir, tal y como está previsto, Será la primera vez en muchos meses, que veamos a Felipe VI y Letizia, y sus hijas, junto a doña Sofía. Esa foto dará lugar a muchas interpretaciones. Por cierto, todavía no sabemos para entonces se habrá producido el regreso del rey Juan Carlos a España, aunque Carlos Herrera asegura que volverá hacía 12, Día de la Hispanidad.
La entrega de los premios Princesa de Asturias, , considerados los Nobel españoles, será este año bien diferente, a causa del covid-19. La solemne y habitual ceremonia del teatro Campoamor se celebrará en esta ocasión en el salón Covadonga del hotel de La Reconquista, con la sola presencia de los reyes, la princesa de Asturias, la infanta Leonor y, en un sitio de honor, doña Sofía, además de las autoridades y aquellos premiados que asistan. De los internacionales galardonados, solo se espera a algún francés aunque no habrá ninguno de Estados Unidos.
En otro salón cercano seguirán el acto por medio de pantallas los patronos y algunos invitados institucionales. No sabemos si faltará este año la madre de la reina, Paloma Rocasolano, habitual de la ceremonia. Sin embargo nos aseguran desde Oviedo que no están invitados Telma Ortiz y su novio Robert Gavin Bonnard, que el año pasado llamaron poderosamente la atención en el teatro Campoamor, con un incesante trasiego de entradas y salidas del patio de butacas, muestras de afecto entre ellos, puestos en pie, cuando todo el mundo ya ocupaba sus asientos. Una exhibición innecesaria que fue muy criticada.
Se ha anulado también la recepción y la copa posterior, para que en ningún momento los asistentes se quiten las mascarillas. Otros actos habituales, como el concierto y la cena de la noche anterior a la ceremonia, el almuerzo previo a la entrega y la gran recepción a los ciudadanos de Asturias con el que se cerraba la jornada, han sido suspendidos.
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