El 25 de octubre de 2018 será para siempre una fecha marcada a fuego en la vida de Rodrigo Rato, pero también en la de su mujer. A las 13 horas de aquel jueves, la periodista Alicia González llevaba a su marido a Soto del Real para cumplir pena por el caso de las tarjetas 'black'.

Cuando están a punto de cumplirse dos años de aquel fatídico día, Rato ha conseguido el tercer grado penitenciario, obtenido tras su absolución en el caso de la salida a bolsa de Bankia. Esta decisión hace que el que fuera vicepresidente económico del gobierno de Aznar recupere su vida familiar junto a su esposa, quien siempre le ha apoyado.
Rodrigo y Alicia llevan casi 20 años juntos. Se conocieron cuando él era ministro de Economía y ella trabajaba en el gabinete de comunicación dicho Ministerio. Por aquel entonces, él seguía casado con Ángeles Alarcó, presidenta de Paradores hasta la llegada del PSOE al poder y madre de sus tres hijos Ángeles (28 años), Ana (23 años) y Rodrigo (20 años).

Lo suyo fue un flechazo y se descubrió por una foto publicada por la revista Inteviú en la que se podía ver a Rato con un tendedero dirigiéndose a un piso de ochenta metros cuadrados, lo que era una clara prueba de que había abandonado el hogar conyugal. Nunca nadie aclaró las fechas exactas del inicio de la relación, pero en el año 2001 Alicia ya era la novia formal del político.
Poco después, ella aterrizó en Prisa, donde ya parecía, como recordarían sus compañeros posteriormente, "tocada por la mano de Dios". Muchos medios tenían pánico a hablar de aquella relación: Rato dejaba muy claro que con él se podían gastar pocas bromas. Su cargo de Ministro de Economía y Hacienda era su escudo mágico para protegerse de los rumores y habladurías sobre su vida privada. Luego sería nombrado por Aznar Vicepresidente del Gobierno.
Tras quince años de amor, se casaron en secreto por lo civil el 18 de septiembre de 2015. La ceremonia se celebró en la localidad madrileña de Carabaña, donde el exministro posee una propiedad. Tres años después de ese especial momento, Rato ingresó en prisión. En todo este tiempo, su esposa se ha refugiado en su trabajo y sus amigos mientras esperaba los permisos penitenciarios de su marido.


El día que tanto esperaban Rodrigo y Alicia, el de su 'semilibertad', ha llegado y ahora retomarán su vida conyugal. Lo harán sin apenas limitaciones, ya que Rato no tendrá que dormir en la cárcel, por ahora, y tan solo será sometido a control telemático.