En las declaraciones de Corinna Larsen esta semana a la revista Paris Match, la antigua amante del rey Juan Carlos implicaba a la reina Sofía en una especie de complot palaciego contra el monarca. Confidencias que, según la alemana, le hizo el propio rey, muy dolido por las prisas que tenía su esposa por desalojarle del trono y que le sucediera cuanto antes el príncipe Felipe.
Don Juan Carlos le aseguró que la reina tenía una gran influencia sobre su hijo pero ninguna sobre él. Esa sorprendente imagen de una doña Sofía manipuladora, recuerda a la madre de la emérita, Federica de Grecia, a la que muchos culparon de manejar a su hijo Constantino de forma equivocada.

Arriba, la reina Federica con su hijo, su nuera y uno de sus nietos
Recordemos que el hermano de doña Sofía no se posicionó en contra el golpe de estado de los coroneles en abril de 1967, llegó a tenderles la mano a los golpistas, y cuando quiso rectificar ya era tarde. Aquello finalmente le pasó factura, obligando a toda la Familia Real a marcharse al exilio. Años más tarde, el pueblo griego votó en un referéndum el fin de la monarquía y la proclamación de la república.
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Sin embargo, no es la primera vez que se implica a doña Sofía en intrigas palaciegas. Como publicábamos el pasado 28 de agosto, el coronel retirado Amadeo Martínez Inglés hablaba en su libro (Don Juan Carlos. El rey de las cinco mil amantes) que la reina doña Sofía "conspiró con Mariano Rajoy" para echar a don Juan Carlos del Trono y encumbrar a su hijo a la jefatura del Estado, prácticamente lo mismo que tres semanas después ha desvelado Corinna.

Pero muchos años antes, entre finales de los años 80 y principios de los 90, el general Sabino Fernández Campo, fallecido hace once años, secretario general de la Casa del Rey desde 1977 y después Jefe de la Casa, comentó en privado con algunos periodistas la reacción de doña Sofía al comprobar que don Juan Carlos tenía una relación muy sólida con la mallorquina Marta Gayá, historia que mucha gente conocía en la isla.
Allí se les veía en muchos sitios públicos, junto a la llamada corte mallorquina del rey, como titulaban ya entonces semanarios como Tiempo o Época, o el diario El Mundo. Esa información llegaba a la prensa a través del propio Fernández Campo, gran protector del rey, con el fin de frenar lo que consideraba una actitud irresponsable del monarca.

Ante la deriva de la situación, parece que la reina Sofía propuso en aquellos años a José Joaquín Puig de la Bellacasa (arriba), Secretario General de la Casa del Rey, que convenciera a don Juan Carlos para abdicar a favor de su hijo, irse lejos con su amante y dejar el trono al príncipe Felipe, quedándose doña Sofía como regente. Felipe de Borbón era por entonces mayor de edad. Tenía 22 años, pero aún no había culminado el proceso de formación necesario para ejercer de jefe de Estado.

La propuesta desató un enfado monumental del monarca, muy cercano entonces a Mario Conde, en el momento de gran poder e influencia del banquero más tarde defenestrado. El que fuera presidente de Banesto convenció al rey don Juan Carlos de que había sido Fernández-Campo el que había filtrado a los medios el nombre de Marta Gayá, hasta entonces ausente de la prensa escrita.
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Aquel complicado episodio acabó con Puig de la Bellacasa despedido de Zarzuela para ocupar la embajada de España en Lisboa y la salida de Sabino Fernández Campo, al que sucedió como Jefe de le Casa, Fernando Almansa, amigo precisamente de Mario Conde. Don Juan Carlos continuó su relación con Marta Gayá, desde entonces mucho más discreta, y doña Sofía siguió oficialmente siendo la reina y esposa ejemplar. Muchos años después, toda aquella fachada se vino abajo y los escándalos sentimentales y financieros del rey emérito le han obligado a marcharse de España, mientras nuevas revelaciones de Corinna Larsen amenazan con ensombrecer aún más la situación. De la Bellacasa había llegado a Secretario General de la Casa del Rey al jubilarse el Marqués de Mondéjar como Jefe de la Casa, en enero de 1990.
Doña Sofía ha reaparecido en público dos días después de la entrevista de Paris Match, participando con otros voluntarios en la limpieza de basura de la Cala del Moral, en Málaga. Un gesto con gran carga simbólica, que va más allá de su talante ecologista.
