Ana Soria ha vivido un verano espectacular en Almería, su tierra natal. Ahora que todo termina y las vacaciones llegan a su fin, la joven se ha puesto nostálgica en Instagram y ha recordado su verano a través de varias imágenes y algún que otro vídeo. Curiosamente, en sus publicaciones no hay ni rastro de su gran amor, Enrique Ponce.
Bajo el nombre de "summer", Ana ha echado la vista atrás y ha compartido algunos momentos de su verano a sus más 115.000 seguidores de la red social. Entre las publicaciones hay varios posados en los que aparece presumiendo de tipazo. También hay otras instantáneas disfrutando de la compañía de sus amigos.



Lea también - La pulla de Pablo Motos a Enrique Ponce por su relación con Ana Soria
El mar tiene un significado muy especial para Ana, por lo que no podía faltar entre sus recuerdos veraniegos. La almeriense ha mostrado su habilidad al hacer 'skysurf' y también algunas fotografías de sus días en la playa y en el mar, a bordo del yate de su padre, el abogado Federico Soria. En el navío ha vivido románticas jornadas marítimas con Ponce.




Lea también - Enrique Ponce, Paloma Cuevas y un divorcio de más de 34 millones de euros: las propiedades y las empresas que están en juego
En las publicaciones de Ana no aparece su novio, lo que resulta muy extraño, dado que llevan todo el verano presumiendo de amor en las redes. No obstante, su relación no sufre ningún tipo de problema y ya planean su nueva vida juntos en Madrid, ciudad a la que se desplazará la joven para retomar allí sus estudios de Derecho, según contamos en Informalia el pasado 6 de agosto.

Lea también - Enrique Ponce y Ana Soria se instalarán en Madrid tras el verano: los detalles de su nueva vida juntos
Relacionados
- La pulla de Pablo Motos a Enrique Ponce por su relación con Ana Soria
- Enrique Ponce, Paloma Cuevas y un divorcio de más de 34 millones de euros: las propiedades y las empresas que están en juego
- Jorge Javier Vázquez carga contra los toros y lanza una pulla a Enrique Ponce: Más toreros vivos
- Ana Soria recuerda su niñez en el día de su 22 cumpleaños y Enrique Ponce se derrite: Y un corazón puro