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Felipe VI habla largo y tendido con doña Sofía: cinco horas con madre

La mejor consejera de Felipe VI, en estos momentos en que se debate en España sobre el sentido o la continuidad de la monarquía, es su madre, doña Sofía. Y su coincidencia en el palacio de Marivent ha permitido que el hijo y la madre compartan conversaciones al respecto.

Así lo confirma una fuente que mantiene trato directo con la madre del jefe del Estado y que conoce primera mano este intercambio de pareceres en Mallorca, donde conviven don Felipe y su madre. Como es sabido, el cariño de doña Sofía hacia su benjamín es inmenso, y mutuo, y el trato entre madre e hijo se ha hecho patente a raíz del escándalo protagonizado por don Juan Carlos tras los procesos abiertos en Suiza y por parte de la Fiscalía del Supremo, por las supuestas comisiones del Ave a la Meca. Y es que doña Sofía tiene mucho que recordarle a Felipe. 

Esta fuente nos explica para empezar que doña Sofía ya ha anunciado a su hijo que a ella no le importa irse a vivir a un piso y dejar Zarzuela llegado el caso, pero que se queda en España y que no quiere exilios. En noviembre cumple 83 años y lleva toda la vida viendo vagar a su familia por el mundo.  

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Son conocidas las idas y venidas de los Borbones, en siglo XIX y en el XX. De Fernando VII o Carlos IV, o de Isabel II a Alfonso XIII, encontramos en la rama paterna de Felipe reyes y dinastías que supieron lo que significaban las palabras exilio o república, pero también restauración. En Grecia no la ha habido.

Boda de Federica de Hannover y Pablo I de Grecia

Don Juan Carlos no está y por tanto nadie vivo y cercano, en la familia del actual Soberano conoce tan bien como doña Sofía el proceso por el cual un país con una monarquía, parlamentaria o no, se deshace de su rey y de la Corona para instaurar una república.

No solo los antepasados lejanos de doña Sofía, entre los que están el Zar, Catalina la Grande, o el káiser Guillermo II de Alemania, conocieron de primera mano este tipo de acontecimientos. Su abuelo, padre y hermano bailaron al son de los tiempos. Como toda su dinastía, el origen familiar de doña Sofía es fundamentalmente danés, con alianzas alemanas y rusas. La madre de Felipe VI desciende directamente de la emperatriz Catalina la Grande, de Santa Isabel de Hungría, del káiser Guillermo II de Alemania y de la reina Victoria del Reino Unido.

Pero no por rebosar sangre azul doña Sofía es ajena al significado de la palabra república ni al hecho de que su país se deshaga de la noche de la mañana de su rey y su familia real. Al contrario: conoce la historia mejor que nadie porque es familia hasta de los zares. Y no hace falta viajar tanto hacia atrás en la Historia.

En 1967, doña Sofía llevaba ya cinco años casada con don Juan Carlos, y habían nacido sus hijas mayores. Pero su familia, que seguía en Grecia, partió al exilio por el enfrentamiento entre su hermano, el rey Constantino, y la junta militar dictatorial que había tomado el poder en Grecia. Antes, el hermano pequeño de doña Sofía, último de los monarcas helenos, había reinado entre 1964 y 1973. Su breve periodo como jefe de estado estuvo marcado por la inestabilidad política y por la Dictadura de los Coroneles. A comienzos de 1967 un golpe de estado militar depuso al gobierno existente y estableció una junta militar gubernamental.

Abajo, Sofía y su hermana pequela, la princesa Irene.

El juramento de fidelidad que Constantino, como rey y jefe de Estado, tomó a la junta militar le granjeó un fuerte resentimiento popular que nunca le perdonarían. 

Fue después, en diciembre de ese año, cuando el rey fracasó en su intento de derrocar a la junta con un contragolpe militar, y él y su familia marcharon al exilio. En junio de 1973, el gobierno militar griego depuso a Constantino II como rey, hecho confirmado por un referéndum nacional, tras la restauración del gobierno democrático civil en 1974, en el que la opción de la república obtuvo cerca de un 70% de los votos. Esto significó el fin de la monarquía en Grecia, aunque el rey Constantino II jamás ha renunciado a sus derechos dinásticos al trono heleno.

Pero es que la historia de la familia de doña Sofía es todo menos estable. Solo ella, desde que se casó en 1962 con don Juan Carlos, ha vivido como princesa o reina de manera ininterrumpida. Este trajín de exilios lo vivieron sus antepasados, pero también su abuelo, su padre y su hermano. Su abuelo, Constantino I, tuvo que abdicar por sus simpatías pro alemanas en tiempos de la I Guerra Mundial. Volvió a vivir en el exilio a partir de 1923, tras la segunda abdicación de su padre (bisabuelo de doña Sofía) por la derrota griega en la guerra con Turquía, y el fracasado intento de golpe militar monárquico que conducirá a la proclamación de la Segunda República Helénica en marzo de 1924.

Abajo, la reina Federica de Grecia, de pie, junto a su consuegra, la madre de don Juan Carlos, doña María de las Mercedes.

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Durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial (de 1941 a 1946), al estar Grecia ocupada por las fuerzas del Eje, la familia de doña Sofía vivió en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), antes de trasladarse a El Cairo (Egipto). De hecho, su hermana pequeña la princesa Irene (a la que saca 4 años), la que vive en Zarzuela casi todo el año, nació en Sudáfrica. A la madre de doña Sofía, la reina Federica de Hannover, se le reprochaba su pertenencia a la sección femenina de las Juventudes Hitlerianas en los años 30.

Clases de Historia

Los encuentros a solas entre don Felipe y su madre de estos días en Mallorca suman mucho tiempo y aunque el Rey es todo un experto conocedor de los acontecimientos políticos sucedidos en los siglos XIX y XX, y sabe de memoria y bien lo acontecido en la que es también su familia, nada como el filtro de una madre que además fue testigo directo y hasta víctima de varios de estos acontecimientos que condujeron al fin de una monarquía en su Grecia natal "Al menos se han visto tres veces, y no menos de hora y media cada vez", nos explican. "Si bien algún momento, se incorporaban ocasionalmente a la conversación la princesa Leonor o la infanta Sofía, se puede decir que Felipe ha hablado a solas con su madre cinco o seis horas, en persona, y cara a cara, desde que llegó a Mallorca", insiste la persona que nos informa.

Si bien no ha trascendido la naturaleza de los temas abordados, y sin descartar que hubiera temas estrictamente familiares, de salud, o de los estudios de sus nietas, es complicado pensar que doña Sofía y su hijo soslayaran en sus encuentros privados y a solas asuntos como el paradero de don Juan Carlos, sus planes de futuro, los pasos que debe dar la Corona, la influencia y el daño que puede sufrir la Institución por lo sucedido, etc. Una madre que es testigo de la Historia es un tesoro demasiado valioso como para no escuchar sus consejos. 

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