Informalia adelantó en primicia hace semanas que Miguel Bosé estaba en Madrid, en su casa de Somosaguas, con los cuatro hijos, los dos que son formalmente los suyos, Tadeo y Diego, y los otros dos de Nacho Palau, Yvo y Telmo. Los cuatro se criaron como hermanos... hasta su separación. También contamos en exclusiva que el escultor valenciano que ha sido pareja de Bosé durante más de dos décadas estaba en una situación desesperada y se ganaba la vida como cocinero en una residencia de ancianos.

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Este domingo, Palau ha roto su silencio en el programa Hormigas blancas para contar cómo está su batalla legal contra el artista: "Seguimos igual que siempre", ha declarado, en relación a su falta de entendimiento con Bosé para poder llegar a un acuerdo sobre la custodia de los niños y la pensión a recibir.

También se ha referido al encuentro de los pequeños este verano: "Ha estado muy bien", decía. Eso sí, su relación con Miguel no ha cambiado: "Las visitas de los niños son las visitas de los niños y el resto es el resto", explicaba. Palau se ha mostrado "contento", aunque admitía estar "reventado" porque ha estado trabajando turnos dobles. Asimismo, aseguraba no tener "ningún pacto" con el cantante y haber "firmado nada, ni recibido nada".

A tenor de las palabras del ex de Bosé, Lydia Lozano ha desvelado que el juicio está siendo muy duro y ha lanzado una importante revelación: "Lucía Bosé quería testificar a favor de Nacho en el juicio con Miguel", ha explicado. Según la tertuliana, la madre del artista lo único que quería era luchar por la "unidad de los niños" y ese fue el motivo por el que decidió optar por defender al ex de su hijo. Al parecer, Lucía "contaba con la aprobación de Miguel Bosé".

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