Miguel Bosé se encuentra en Madrid, según contó Informalia en exclusiva el pasado viernes 17 de julio. El propio cantante lo ha confirmado al publicar una imagen en su casa de Somosaguas, en Madrid, el hogar en el que vivieron sus padres, Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé.
Miguel Bosé pasó el confinamiento en México junto a dos de sus hijos, Tadeo y Diego. Hace aproximadamente un mes, el artista regresó a España para reunir a los niños con sus hermanos menores, Yvo y Telmo, que estaban con su ex, Nacho Palau. Se trató del primer viaje del cantante a España después de la muerte de Lucía Bosé, fallecida en plena pandemia víctima del coronavirus.
Tadeo y Diego estuvieron una semana en Chelva (Valencia) con Yvo y Telmo, y siete días después, los cuatro disfrutaron de salidas y juegos en la casa de Somosaguas. Este intercambio seguirá hasta el fin de las vacaciones de verano, cuando los niños mayores regresen a México, donde viven con el cantante, en la mejor zona residencial de la capital y vuelvan a estudiar en uno los mejores colegios del país. Todo si la pandemia lo permite.
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Los cuatro niños, separados y en condiciones muy diferentes
Bosé y Nacho Palau vivieron juntos más de 20 años y hace 10 decidieron ser padres por gestación subrogada, con madres contratadas en Estados Unidos. Primero nacieron Tadeo y Diego, inscritos como hijos de Miguel. Unos meses más tarde vinieron al mundo Yvo y Telmo, a los que Palau dio su apellido. Sin embargo, Bosé siempre aseguró públicamente que era padre de cuatro hijos, que vivían como hermanos en la casa familiar de Somosaguas.

Sin embargo, el amor entre Bosé y Palau terminó y el artista se fue a vivir primero a Panamá y luego a México con los dos niños mayores, Tadeo y Diego, dejando al escultor valenciano con los dos pequeños, Yvo y Telmo, en condiciones económicas que desde el entorno de Palau se describen como "precarias". Nacho trata de sacar adelante a los pequeños trabajando como cocinero en una residencia de ancianos.
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Debido a estas duras condiciones condiciones de vida, Palau interpuso una demanda contra Bosé solicitando que los dos pequeños tengan el mismo nivel de vida que sus otros dos hermanos: educación y oportunidades que tenían hasta la separación de sus padres. Y que aunque no lleven los mismos apellidos ni tengan un ADN común, se han criado y considerado como hermanos durante ocho años.

Palau consiguió un acuerdo judicial por el que los cuatro niños tenían que verse en vacaciones, alternativamente, en los domicilios de sus padres, tanto en el pueblo de Valencia donde Nacho Palau reside con su familia, como en Madrid, donde está el domicilio de Miguel. Y así ha sido el pasado verano y vuelve a ser en estas últimas semanas.
Como adelantamos en primicia, a pesar de este acuerdo entre sus padres, el juicio donde se verá la demanda de Palau contra Bosé, programado para el pasado marzo y anulado por la pandemia, se celebrará el próximo mes de octubre en Madrid.
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