Cuatro décadas después de su separación, Merry Martínez Bordiú, la nieta favorita de Franco, no mantiene ningún contacto con el que fuera su primer marido. La hija del contertulio, Leticia, ya con 42 años, no ve a su padre, y Jimmy Giménez-Arnau sigue opinando en medios contra los miembros de la familia del dictador. Pero los nietos del anterior jefe del Estado se han hartado.
Era la nieta favorita de Franco se enamoró de Jimmy Giménez-Arnau. Su unión fue tan breve como intensa, todo un acontecimiento en la España de la época. El periodista ya era en 1976, cuando la 'niña' tenía 20 años, y el 12 más, un socarrón, nada convencional y con fama de fumar porros. Merry Martínez Bordiú y Jimmy Giménez Arnau formaron durante unos años una de las parejas más insólitas de la Transición aunque el suyo fue, apenas por un tiempo, amor verdadero. Sin embargo, casarse fue un error descomunal. Se casaron "para no matar de un disgusto a la abuela", según decía Merry.

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La abuela era Carmen Polo, la viuda de Franco, la Señora, como la llama Jimmy en su libro, en el que la deja en buen lugar por ser siempre muy cariñosa con ambos y referirse a él con un contundente "Me gustas porque eres bajito, como Paco".

Lo hicieron por las convenciones sociales, y el outsider se coló en el clan de los Martínez Bordiú, la que había sido la familia más importante del país, incluso por encima de los Borbones, o los Alba. Jimmy no podía dejar pasar la oportunidad de vender por una fortuna la primera exclusiva de boda en España.

La boda se organizó para el 3 de agosto del 77, en el pazo de Meirás, ahora protagonista por el litigio. Los novios querían una ceremonia sencilla y rápida, pero por supuesto no pudo ser así. 160 invitados se congregaron en el verano gallego entre familia, amigos y autoridades cuya presencia era obligada. Giménez Arnau sacó un millón por el enlace, una cifra que podía haber multiplicado por cuatro o por cinco, ya que la tirada habitual de ¡Hola! entonces era de 400.000 ejemplares; y para aquel número sacaron 1.300.000 y agotaron.

Los recién casados se instalaron en una casa en el Canto del Pico, en Torrelodones. La costumbre era que la duquesa de Franco le regalase a cada hija que se casaba un piso en buena zona, pero Merry rechazó un piso en avenida de América para quedarse en una casa de campo en una zona tranquila. Merry se quedó embarazada y en el 79 tuvieron a su hija Leticia, la primera bisnieta niña de La Señora.
Francisco Umbral publicó que Jimmy había pegado un braguetazo, lo cual no era del todo cierto a pesar de la inmensa fortuna de la familia. La cuestión es que el amor se les gastó y, dado que antes de casarse, Merry y Jimmy se habían puesto de acuerdo en que si se iba la pasión ellor romperían sin problemas, antes de cumplir los tres años de casados, con la niña de diez meses, lo dejaron.

Tras la separación, Jimmy (que ha vuelto a casarse dos veces más) volvió a ejercer como periodista y escritor y en 1980 Jimmy rodó una película, titulada Cocaína. Pero sobre todo fue siendo habitual contertulio en programas de corazón, donde se hizo cada vez más incómodo para los Franco en general y para su ex mujer en particular. Si poco después de la separación, Jimmy y Merry mantuvieron una relación cordial por Leticia, a la que acudía a ver con frecuencia, relación que se enfangó por la custodia y hoy, Jimmy Giménez Arnau no mantiene relación con su hija, una mujer de 40 años, ya casada con el empresario salvadoreño Marcos Sagrera, cuya boda se celebró por cierto en el Pazo de Meirás.
Merry, que hizo caja contando su vida en Diez minutos,cuando tenía 25 años, admitió líos con algún escolta, y otras escapadas furtivas, y tuvo que desmentir el falso rumor que la vinculaba con Felipe González. Se fue a vivir a Canarias con su hija y se casó con el americano Gergor Tamler. Se trasladaron a vivir a Miami y las islas Vírgenes, hasta que se separaron en el 91. Vive entre Sierra Nevada, Madrid y Miami.
"A mí me encasillaban como periodista progre y yo de progre solo tengo la bragueta, que es de zip", explica el escritor en su libro de memorias Yo, Jimmy. Mi vida entre los Franco (por Yo, Claudio). Hijo de diplomátcos, estaba educado en el cosmopolitismo y había vivido en medio mundo en una España en la que no viajaba casi nadie. Merry, María del Mar, como sus hermanos, era la representación de la familia perfecta según el ideal franquista: Franco era además su abuelo.
Jimmy, que publicó su libro en 1981, llama avaros a los Franco, y describe la colección de joyas de 'La Collares', pero siempre ha hablado bien de su suegra, Carmen Franco, la duquesa, a la que describe como educada y sagaz. Jimmy habla bien de todos los hermanos Franco, incluyendo a Carmen Martínez Bordiú. Pero no de Francis: "Es bueno. Vengativo pero bueno. Soberbio pero bueno. Su educación ha sido defectuosa. No es su culpa, intenta corregirse, pero son muchos años de poder absoluto a merced de sus caprichos. De pronto le aplican las leyes universales y no sabe qué hacer". Pero a quien no soportaba Jimmy fue al marqués de Villaverde, al que acusa de estar dominado por sus bajas pasiones, tacha de inculto, vanidoso e incompetente en lo laboral: "El whiskey hace que sus manos tiemblen durante las operaciones", llegó a escribir.
La venganza
Ahora los Franco se han hartado de que Jimmy se meta con ellos en la tertulias. El historiador Carlos Babío, militante del bloque nacionalista de izquierdas gallego (BNG), el periodista Mariano Sánchez Soler, experto en investigar el patrimonio de la familia Franco, y ocho personas en total, entre ellas Jimmy, fueron demandados por los Franco, por las declaraciones de estas personas en Cuatro y La Sexta, sobre la fortuna y el patrimonio del antiguo jefe del Estado, por vulneración del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen.
Los hijos de Carmen Franco consideran además que esos reportajes en los que se hablaba del pazo de Meirás como un expolio de Franco al pueblo gallego, les causaron un "evidente perjuicio" en la venta de la propiedad. Y quieren resarcirse.
En su día, Francisco Franco Martínez-Bordiú, primer nieto varón del dictador, desmintió de forma categórica las informaciones publicadas en España sobre el patrimonio de su familia por "absolutamente falsas y faltas de rigor".