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Rocío Carrasco y Ortega Cano, separados por una casa en Miami: el motivo del fin de su relación

La muerte de Rocío Jurado en 2006 fue el inicio del fin de la paz de su familia y el comienzo de la destrucción de un clan que siempre había permanecido unido. Su hija, Rocío Carrasco, se fue distanciando de los suyos hasta perder contacto incluso con su hija, Rocío Flores. También con José Ortega Cano, viudo de su madre. El motivo del fin de su relación era un misterio... hasta ahora.

Según ha contado Antonio Rossi este lunes 15 de junio, la 'ruptura' entre ambos fue provocada por la venta de una casa en Miami, un inmueble que compró la propia Jurado en los años 80 y del que presumió en las páginas de las revistas junto a su anterior marido, Pedro Carrasco, y la hija de ambos, Rocío Carrasco.

A su muerte, en 2006, la cantante le dejó la casa a su hija, que fue heredera universal de su patrimonio musical, de todas sus pertenencias personales y profesionales, y también de numerosos inmuebles. La mansión de Miami sirvió como refugio de Jurado durante sus giras americanas. La casa contaba con dos plantas, un gran comedor, amplia cocina y un jardín con dos piscinas.

Cuatro años después de heredar la vivienda, en 2010, Rocío Carrasco vendió la propiedad por 900.000 euros, provocando el enfado de Ortega Cano, que no estaba de acuerdo en deshacerse de la mansión en la que su mujer pasó tantos buenos tiempos. Por ello, el diestro cortó su relación con Rocío para siempre.

El torero sigue dolido con ella por este y otros motivos, según él mismo dejó patente en Viva la vida en enero de 2020: "Ya no quiero a Rocío Carrasco. Tampoco la odio pero no existe ese cariño ni la relación que hubo en sus tiempos", dijo, dejando claro que su relación es irrecuperable.

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