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¿Por qué España y el mundo entero están pendientes de la salud de Mohamed VI de Marruecos?

El rey de Marruecos Mohamed VI fue operado este domingo del corazón "con un completo éxito" en la clínica del Palacio Real de Rabat, según un comunicado emitido por su equipo médico. La (delicada) salud del monarca es muy importante para España, Europa y el mundo, como explicaremos. Su primogénito, Moulay Hassan, solo tiene 17 años y, aunque ya ejerce a menudo como tal en actos institucionales, se necesita aún un tiempo para contar con él como sucesor y garante de la continuidad de la saga.

La histórica amistad entre Hassan II y Juan Carlos I hizo que su hijo y sucesor, el actual jefe de Estado, se considere casi un hijo para el hoy rey Emérito. Y las buenas relaciones entre Felipe VI y Mohamed, a pesar de algunos conflictos con nuestros vecinos, quedaron demostradas con el viaje del rey español y doña Letizia en febrero de 2019 tras muchos aplazamientos.

La intervención practicada al monarca alauita se debe a que ha sufrido una recaída en la arritmia que padece al menos desde 2018, y consistió en una "ablación complementaria por radiofrecuencia" que logró "una restauración del ritmo cardíaco normal", según la nota oficial. La histórica amistad entre la dinastía alauí y los Borbones ha sido y es una de las ventajas diplomáticas de España pero el rey de Marruecos es para muchos un personaje siniestro, un jefe de un Estado alejado de lo que sería una perfecta monarquía democrática, con trazas de monarquía teocrática.

No obstante, la estabilidad política de nuestros vecinos del otro lado del Estrecho de Gibraltar es prioritaria no solo para España y Francia sino para toda Europa y por tanto para el equilibrio geopolítico mundial, empezando por Estados Unidos, país aliado que también sostiene al estrafalario soberano a pesar de la evidencia de que es un personaje raro, excéntrico a más no poder, con muchas sombras en sus cuestiones familiares y tan rico que pocos dudan de su capacidad para rentabilizar el trono de un país en el que muchos de sus habitantes viven al límite de la pobreza, donde los derechos de las mujeres son pisoteados, donde la corrupción aflora a diario y donde la libertad de prensa cuenta con limitaciones inasumibles al otro lado del Estrecho.

Pero la historia nos enseña que cualquier situación es susceptible de empeorar, y lo último que quiere Europa es tener en su sótano africano un radical, amigo del Estado Islámico y repleto de terroristas. Esa situación, además de la importancia económica de Marruecos, confiere desde hace décadas a la dinastía alauita un blindaje y una permisividad de sus aliados occidentales muy importante. El equilibrio entre los gestos de apertura democrática a cuentagotas de Mohamed VI y las tragaderas de Europa, por la cuenta que nos trae, sostiene, con el hijo de Hassan II al frente, un verdadero muro de protección contra movimientos que en otros estados musulmanes han costado muy caros.

Rico, riquísimo

Mohamed VI nunca ha escondido su ostentoso modo de vida ni su deseo de parecer un rey moderno, alejado de los convencionalismos. En más de una ocasión ha sido noticia por sus opulentos caprichos, su forma de vestir e incluso por su fallido matrimonio con la princesa Lalla Salma, que estuvo literalmente desaparecida después de que rompieran, todo ello impregnado entre el misterio y la sordidez de un Estado nada transparente y que rodea, no lo olvidemos, a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla.

Es hijo de Hassan II y desde que subió al trono hace ya más de 20 años su fortuna no hace nada más que crecer. Según la revista Forbes, posee una cantidad que se aproxima a los 6.000 millones de dólares, lo que lo ha convertido en uno de los monarcas más ricos del mundo, el quinto hombre más rico del continente Africano y, por supuesto, el hombre con más dinero de Marruecos.

Mohamed VI cuenta también con otro tipo de patrimonio: los palacios, símbolo de la magnitud de las fortunas monárquicas desde hace años, y tiene bajo su nombre y dominio un total de doce. El más grande, Dar-al-Mahkzen, se ubica en la capital Rabat y se erige como si de una ciudad propia se tratase. Está diseñado de tal forma que dentro de él se encuentran todas las necesidades de la familia: cementerio, centro médico, matadero, caballerizas, piscinas, pistas de tenis o golf e incluso un bosque.

A esto se suma su colección de más de 600 vehículos. Todo ello en un país en donde, a pesar de su crecimiento económico en la última década, la población sigue sometida a la pobreza, el machismo y un bajo nivel educativo.

Su vida privada tampoco está exenta de escándalo. Su fallido matrimonio con la princesa Lalla Salma llegó a levantar todo tipo rumores. La llegada a la corte de Salma marcó un antes y un después en las rígidas costumbres de palacio. De hecho, se convirtió en la primera esposa de un soberano marroquí a la que se le ha otorgado un título real y a la que presentó sin velo en la cara. Otro detalle que impresionó a los marroquíes fue la decisión del rey de disolver el harén real, un símbolo histórico para el país. Todas las concubinas de su padre, el fallecido Hassan II, tuvieron que abandonar el palacio y fueron realojadas en pisos y apartamentos, con pensión vitalicia incluida.

Lalla Salma estuvo 'desaparecida' hasta que casi dos años después de su ruptura fue vista en Portofino, Italia, y después en Nueva York junto a sus dos hijos: el heredero al trono Moulay Hassan y Lalla Khadija. El paradero de la princesa pelirroja fue un misterio durante 15 meses, desde el 12 de diciembre de 2017. Ahora sabemos que Salma vive en la residencia de Dar es Salam, en la periferia de Rabat, donde estuvo siempre alojada desde que se casó con Mohamed VI. Además, hace unos meses dijeron que el rey Mohamed VI y su clan le dieron una fortuna para vivir espléndidamente, en el ostracismo más absoluto, eso sí, y sin poder hablar sobre su relación con el monarca.

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Comentarios 1

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POR UN MUNDO MEJOR
A Favor
En Contra

HABRÍA QUE ARRASAR CON ARMAS NUCLEARES TODO EL ISLAM

DESDE MARRUECOS HASTA MALASIA

ACHICHARRANDO VIVAS A TODAS LAS CUCARACHAS QUE LO PUEBLAN

Y APROPIíNDONOS DE SU PETRÓLEO

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#1