El coronavirus ha supuesto un duro varapalo económico para la sociedad en general y ni siquiera las estrellas de la música se libran de los efectos devastadores de la crisis. Uno de los afectados ha sido el cantante Luis Miguel, que se ha visto obligado a vender su yate o, como él mismo se refería a la embarcación, su "juguete favorito".
Con esta venta, Luis Miguel se ha embolsado 2.695.000 dólares, sumando además los gastos administrativos y los impuestos locales. El barco se estaba convirtiendo en un quebradero de cabeza para el artista de Puerto Rico, puesto que navegar en las aguas de Miami cuesta casi tres millones de dólares.

Se trata de una embarcación de lujo de la gama Azimut 84 Flybridge, un modelo de 2013 de 26 metros de eslora que tiene un enorme jacuzzi incorporado en mitad de una terraza. También cuenta con mesa para ocho personas, amplio sofá en media luna, y está equipado con nevera, lavabo cercano y parrilla.

Luis Miguel tenía un gran cariño por este barco y, de hecho, pasó allí algunos días durante el confinamiento. Además, el cantante celebró su último cumpleaños, el de los 50, embarcado en él. La última vez que se le vio a bordo fue el pasado 25 de marzo con su hermano Alejandro.
No obstante, el artista tiene planeado comprarse un nuevo yate cuando su situación económica mejore. Al parecer, quiere adquirir un modelo mejorado, el de 2019, de la misma marca, un metro más largo y que está a la venta por 6,5 millones de dólares.