Nuevos avances en el caso Villarejo. Después de que el juez Manuel García-Castellón expulsara a Pablo Iglesias del procedimiento al entender que no ha quedado en ningún momento acreditado que fuera víctima del ex comisario, ahora el vicepresidente del Gobierno podría ser imputado por las presuntas "alteraciones físicas a las que pudo ser sometida" una tarjeta telefónica de su asesora que obtuvo en 2016 y que entregó meses después "parcialmente quemada".
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El Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional se prepara para pedir al Tribunal Supremo que investigue al líder de Unidas Podemos por la existencia de indicios que apuntan a que el líder de Unidas Podemos pudo incurrir en delitos de revelación de secretos y de destrucción de dispositivos informáticos por haber retenido durante meses, y probablemente años, la tarjeta de memoria telefónica de Dina Bousselham, una asesora de Podemos muy cercana a él.

En dicha tarjeta no solo había información de índole personal y fotografías comprometedoras de Dina, sino que también guardaba abundante documentación sobre el funcionamiento ordinario de Podemos y conversaciones privadas con otros dirigentes del partido morado. Según declaró la pareja de Bousselham, el móvil fue robado del bolsillo de la chaqueta de la política cuando ambos se encontraban en el Ikea de Alcorcón. En 2017, la información obtenida a través del teléfono de la asesora de Iglesias fue hallada en un soporte de memoria durante un registro en la vivienda de Villarejo.

Iglesias entonces consideró el supuesto robo como una estrategia para dañarle públicamente y declaró en la Audiencia Nacional como perjudicado en el caso Dina, pieza separada del caso Villarejo. En su declaración, el líder de Podemos aseguró que Antonio Asensio, el presidente del Grupo Zeta, editora de 'Interviú', le entregó la tarjeta del móvil en enero de 2016.
Sin embargo, el auto dictado este lunes es un durísimo varapalo para el vicepresidente, ya que se destacan diversas inconsistencias en su relato. Además, se desvela que a lo largo del procedimiento se han descubierto "contradicciones" incompatibles con su supuesta posición de damnificado. Más bien todo lo contrario, ya que se precisa que el político ocultó entre cinco y 36 meses un 'pendrive' con esas fotos íntimas de su asesora. También destaca que el contenido del móvil se copió y después se destruyó. Para cuando Dina recuperó la tarjeta SIM, esta estaba inutilizada, según ella misma en sede judicial.

La tarjeta estaba "parcialmente quemada", tal y como determina un informe de la Sección de Ingeniería e Informática Forense aportado al Central 6: "La tarjeta Micro-SD de la marca Samsung, de 32 GB de capacidad, aportada por Dina Bousselham al juzgado, presenta daños físicos (está parcialmente quemada), como se puede apreciar en la imagen, lo que impide que se pueda leer, y por lo tanto, no se puede realizar la imagen forense ni acceder a los datos contenidos en su interior para poder cotejarla con los dispositivos intervenidos y con los aportados por todos los medios de comunicación que publicaron noticias sobre dicha información, al ser requeridos judicialmente por ello", reza el texto.
En palabras del juez García-Castellón en el auto, "la devolución a Dina de dicha tarjeta SIM no puede datarse con precisión", explica y alega: "Esta circunstancia, unida a las demás contradicciones del relato de Dina Bousselham, permite sostener que Pablo Iglesias habría mantenido en su poder la tarjeta SIM de Dina Bousselham durante un periodo que podría oscilar entre cinco y 36 meses, una vez recibida la tarjeta el 20 de enero de 2016. El periodo más breve (cinco meses) se situaría en el caso de que la devolución se hubiese efectuado en junio de 2016, y el más extenso (el de 36 meses), para el supuesto de que la entrega de la tarjeta se hubiera realizado en el mismo juzgado, el 27 de marzo de 2019", concluye el magistrado.
Dina Bousselham dejó Podemos hace 10 días para centrarse en su nuevo proyecto, el portal La Última Hora. Este medio ha recibido el apoyo expreso del partido morado, desde el que han pedido a sus inscritos que financien a este medio, al que califican de "veraz, libre y valiente".

La relación entre Iglesias y Bousselham
i bien la asistente y el líder de Podemos se conocieron en las aulas como alumna y profesor, lo cierto es que su amistad se consolidó posteriormente en el programa La Tuerka, dirigido y presentado por el líder de Podemos. Más tarde, la joven y brillante alumna viajaba con su jefe a Bruselas todas las semanas para asistirle como eurodiputado en el Parlamento Europeo.
Dina Bousselham colaboró con el programa de televisión La Tuerka, que emitieron primero Tele-K y más tarde Canal 33, y que convirtió a Iglesias en una incipiente estrella televisiva. Más tarde, Iglesias extendió sus apariciones en los platós a televisiones más importantes, coincidiendo con su despegue como político.
Allí, rodeados por focos y escaletas, cerca del plató y entre emisión y emisión, se hizo más estrecha la relación profesional entre Dina y Pablo, la que comenzara en la universidad y que acabaría llevando al líder de Podemos a fichar a su admirada alumna (le puso matrícula de honor) como asistente y jefa de sus ayudantes en Europa, representado al partido de izquierda. En Podemos siempre han insistido que "la relación entre Pablo y su asistente es estrictamente profesional" cuando se ha insinuado que había algo más que amistad.