En 1964, José Luis Martínez-Almeida no había nacido. Fue aquel año cuando el estadounidense Thomas Berger publicó su novela Pequeño Gran Hombre. Cuando la obra fue llevada al cine, en 1970, aún faltaban cinco años para que naciera el futuro alcalde de Madrid. Es la historia de Jack Crabb, un hombre bajito pero increíble, interpretado por Dustin Hoffman, el actor del momento, después de El Graduado y Cowboy de Medianoche.
La corta estatura de Hoffman, que mide 1,67 centímetros, no le ha impedido ser uno de los mejores de la historia del cine y todo indica que el pequeño gran Almeida, algún centímetro más bajito que el protagonista de Rain Man, lleva camino de convertirse no ya en uno de los mejores alcaldes de la historia reciente de Madrid sino en uno de los héroes de esta tragedia que la capital de España sufre con especial dramatismo y, quién sabe, en el futuro de un Partido Popular necesitado de políticos trabajadores, firmes en su ideología y convicciones pero capaces de pactar y dialogar con los rivales. Su antecesora, Manuela Carmena, ha aplaudido su actitud durante la batalla contra la pandemia.
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Almeida es abogado del Estado, lo cual, por sí solo, le acredita como una persona muy capaz y sin duda conocedora de la Ley. Ejemplos tenemos. En su partido encontramos sin escarbar a Soraya Sáinz de Santamaría o Dolores de Cospedal. En la empresa tenemos ejemplos como Pablo Isla, aunque también está Mario Conde.
En la entrevista que el alcalde de Madrid concedió el pasado 5 de mayo a El Economista, Almeida afeó a Pedro Sánchez que haya recortado ayudas a los ayuntamientos, incluso a lo que tienen superávit (Madrid tiene 420 millones). Dudó de los 16.000 millones que Pedro Sánchez ha dicho que va a dar las CCAA, anunció la ampliación de la superficie de las terrazas, reafirmó la moratoria de sus impuestos municipales, explicó las medidas e iniciativos fiscales del municipio, criticó la capacidad de diálogo del jefe del Ejecutivo, su gestión, la prolongación del estado de alarma y, como buen atlético, citó al Cholo Simeone: "Voy partido a partido", pues "lo que me corresponde es estar centrado en la tarea de ser alcalde Madrid, de lo que me siento muy honrado", explicó.
Vida personal
José Luis Martínez-Almeida acaba de cumplir 45 años y cumple con el tópico de su signo zodiacal: los Aries están llenos de energía y entusiasmo. Así lo demuestra en su batalla contra la crisis del coronavirus, donde ha sido reconocido incluso por rivales como la anterior alcaldesa, como decíamos. El alcalde compró hace 12 años una casa en Madrid. Desde allí le hemos visto en vídeo teletrabajando, lo cual nos ha permitido ver el comedor de su casa, las pinturas que cuelgan de sus paredes, la mesa blanca donde celebra cenas con sus amigos y familiares, las sillas negras donde, aunque parezca increíble, se sienta en alguna ocasión...
La agenda de Almeida es muy intensa: visitas junto a los Reyes, hospitales, comedores sociales, entrevistas... Las videlollamadas nos permiten cotillear su hogar repleto de carpetas, informes y un portátil que es una parte de su cuerpo desde que comenzó la crisis. Si repasamos toda su ingente actividad, comprobamos que el alcalde de Madrid debe dormir poco o al menos no desconecta mucho. Se mueve por la capital que gestiona con gran agilidad gracias a su moto.
¿Un vicio? Es conocida su afición el golf. Se escapa alguna vez a Puerta de Hierro, donde se encontraba con su amiga Esperanza Aguirre o su marido. Ahora no es posible hacer hoyos y se arregla para hacer deporte como puede, tal y como, enseñó hace poco desde su salón.
Como muchos de sus conciudadanos, Almeida sale a correr y montar en bici, pero también cuenta en casa con una máquina de remo, en concreto una plegable de la marca BH. Almeida es joven, tiene un prometedor presente y mucho futuro, pero tiene que estar fuerte y guapo porque, hasta donde sabemos, no tiene novia. Y no es probable que en una de sus vídeoconferencias veamos de fondo la imagen furtiva de una mujer.
A finales de enero, poco antes de que comenzara la pesadilla de la pandemia, Almeida acudió al desfile de Pertegaz en la Madrid Fashion Week. Y no lo hizo solo: el alcalde de Madrid estuvo acompañado por otras autoridades autonómicas y locales como la concejal de Cultura Andrea Levy, el vicepresidente de la Comunidad Ignacio Aguado y Bea Fanjul (28), diputada del PP por el País Vasco y con quien se le ha relacionado en los últimos meses.
Almeida y Fanjul evitaron posar juntos, pero una vez se marcharon los fotógrafos, ella se sentó a su lado para seguir el desfile. Preguntado por los rumores que apuntan a un idilio entre ambos, el alcalde madrileño respondió: "Es una buena amiga. ¡Y de las buenas! Espero que lo siga siendo", dijo el considerado soltero de oro de la política española.
Al igual que Almeida, Fanjul también fue preguntada hace unos meses por su relación con el alcalde y dejó claro que eran "muy buenos amigos", aunque aclaró que "si fuera su novia, lo diría en seguida".
Almeida no para de salir en los medios y no le asusta la popularidad: "La fama es agradable porque la gente también lo es. Pueden criticarte, pero en un buen tono. Hasta ahora he tenido más experiencias positivas que negativas. La gente quiere habitualmente una foto... Perder la privacidad también es algo a lo que uno tiene que acostumbrarse". Hasta que se vea en la portada del Hola...
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