Toñi Moreno no lo está pasando nada bien durante el confinamiento por coronavirus. La presentadora ya desveló hace unos días que el encierro se le estaba haciendo cuesta arriba, hasta el punto de que ahora ha confesado que ha necesitado ayuda psicológica para afrontar la ansiedad que padece.

"Tengo un estrés que no me deja ni descansar. Te llamo porque tengo la sensación de que terminan los días y no he hecho nada. Se me va un día detrás de otro", , le dijo a su psicóloga, tal y como confesó este miércoles en su canal de MTMAD.

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No obstante, la catalana intenta aprovechar el tiempo libre que le deja su hija Lola para aventurarse en apasionantes retos profesionales: "Estoy intentando compaginar este momento que tenemos de encierro. Estoy escribiendo una serie", aseguró. Cree que su principal problema es la angustia por no saber cuando acabará el encierro domiciliario: "Es que no tengo un horizonte. Cada quince días el Gobierno nos dice que otros quince".

A pesar de la distancia, la comunicadora está en permanente contacto con su familia mediante videollamadas, en las que les muestra a la pequeña: "Yo llamo a mi madre cuando está la niña despierta para que mi madre la vea. A mis hermanas igual, a mis amigas… tengo doscientos millones de chats, que siempre estoy enseñando a la niña".

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Moreno, que está semana volvió a la tele al acudir al plató de Supervivientes, ya confesó hace unos días que estaba "desbordada" con esta situación. Su peor momento llega al oscurecer: "Las noches para mí son infernales, pero cuando me despierto y le veo la cara, se me pasa. Las madres saben de lo que hablo y los padres....".

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