Tamara Falcó regresó este lunes a Masterchef en calidad de flamante ganadora de la última edición de famosos. La hija de Isabel Preysler hizo balance de sus avances en la cocina y también habló sobre los gustos culinarios de su madre y Mario Vargas Llosa, que no están muy contentos con los platos que prepara en casa.

La hija de Carlos Falcó, que perdió la vida el pasado 20 de marzo tras ser ingresado por coronavirus, tiene un estilo en los fogones que no convence a su madre y al escritor: "No les gusta mucho la cocina de vanguardia, que es la que yo hago. ¡Son unos clásicos!", añadiendo que Preysler "sigue prefiriendo la comida de Ramona", la asistenta del hogar.

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También comentó que a su hermano Julio José le encantan las comidas con mucho picante, aunque se lo desaconseja por completo. Tras su paso por el programa descubrió que esta especie no es nada buena para las cuerdas vocales de los cantantes.

Tamara regresó con mucha ilusión al programa de TVE. Tras proclamarse ganadora su vida profesional dio un vuelco convirtiéndose en uno de los rostros más mediáticos y queridos de la pequeña pantalla: "No sabía la repercusión que tenía Masterchef mediáticamente". Uno de los miembros del jurado, Pepe Rodríguez, bromeó con ella: "Se nota que has vuelto a tu casa, has vuelto a hablar muy bajito", dijo entre risas.

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Antes de despedirse, Tamara le dio algún que otro consejo a los nuevos concursantes: "A mí me salvó muchísimas veces lo de llevarme fenomenal con mis compañeros". Entre sus compañeros de edición se encontraban Elena Furiase, Ana Obregón, Vicky Martín Berrocal y Ana Milán. Aunque con el que mejor migas hizo fue con el juez Jordi Cruz, con el que se rumoreó que podría tener más que una relación de amistad. 

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