El jefe de WikiLeaks, Julian Assange, tuvo dos hijos dentro de la embajada ecuatoriana con una abogada de 37 años que se enamoró de él mientras le ayudaba a evitar que fuera extraditado a Estados Unidos.
La abogada Stella Morris acaba de desvelar que tiene dos hijos fruto de su relación con Assange. Ahora, cuando los contagios por coronavirus se extienden por las cárceles del Reino Unido pide la liberación del padre de los niños. La madre de los pequeños Assange formaba parte del equipo de juristas que defendían al refugiado de las acusaciones de espionaje por las filtraciones de miles de documentos clasificados de organizaciones como la CIA norteamericana.

Lea también - Pamela Anderson, tras la detención de su amigo Julian Assange: "Reino Unido, eres la perra de EEUU"
A la espera de la audiencia en la que se decidirá su extradición, prevista para el 18 de mayo (antes de que el coronavirus paralizara el Reino Unido), Assange, de 48 años, permanece encarcelado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh desde que hace un año fue expulsado de la embajada ecuatoriana en la capital británica, donde se refugió como asilado político durante siete años.

Sus dos hijos Gabriel y Max nacieron en secreto, pero su amante, la abogada Morris ahora ha hablado porque teme que la vida de Assange esté en riesgo si él permanece en Belmarsh durante la pandemia de coronavirus. La jurista argumenta sus temores aduciendo que el Covid-19, que puede ser mortal, l se propaga a través de la población carcelaria del Reino Unido a gran velocidad. Se ha publicado que el controvertido jefe de Wikileaks sufre de una enfermedad pulmonar crónica, y sus amigos dicen que un prisionero en Belmarsh ya murió de Covid-19, mientras que varios funcionarios del centro están enfermos y son sospechosos de estar contagiados y con el virus. Stella Morris asegura además que Assange sufre problemas de salud mental que lo hacen aún más vulnerable al aislamiento.
En una declaración a los tribunales, que incluye la solicitud de libertad bajo fianza, la abogada revela que conoció a Assange en 2011 cuando investigaba para su equipo legal. "Con el tiempo, Julian y yo desarrollamos un fuerte vínculo intelectual y emocional. Se convirtió en mi mejor amigo y yo en el suyo", escribe la madre de los hijos del activista australiano.

La amistad evolucionó hacia algo más, según el relato de la madre de estos dos niños. Y a pesar de las "circunstancias extraordinarias", se acabó convirtiendo en una relación íntima a partir de 2015, dijo. Al parecer, el jefe de WikiLeaks y la abogada están comprometidos desde 2017, el año en que nació su primer hijo Gabriel. Su segundo, Max, nació en febrero de 2019, hace ahora algo más de un año. Su nacimiento fue filmado con una GoPro para que su padre pudiera ver las imágenes desde la embajada ecuatoriana, donde estaba confinado cuando su hijo llegó al mundo.

Morris sostiene que ha hecho todo lo posible para proteger a los niños del clima que rodea a Assange. "Mi estrecha relación con Julian ha sido reservada", dice. Y afirma que su noviazgo se basa en el respeto mutuo y en que ambos se protegen mutuamente "de las de las pesadillas que han rodeado nuestra vida juntos". Morris explica que se ha decidido a destapar ahora el secreto de su relación y de los hijos porque la vida de Assange corre peligro y temía que su novio pudiera morir.
Assange permanece aislado 23 horas al día y se has suspendido todas las visitas se han detenido. En declaraciones al Mail On Sunday, Morris dice que está "aterrada" ante la posibilidad de no volver a ver a Assange con vida. "Amo a Julian profundamente y tengo muchas ganas de casarme con él", dijo. "He vivido en silencio y en privado, criando a Gabriel y Max por mi cuenta y anhelando el día en que podamos estar juntos como familia", añade. "La mala salud física de Julian lo pone en grave riesgo, como muchas otras personas vulnerables, y no creo que sobreviviera a la infección por coronavirus".

El equipo legal de Assange ha tratado de conseguir un aplazamiento de su audiencia de extradición, alegando que la pandemia de Covid-19 ha generado dificultades "insuperables" que les impiden preparar su caso, pero los argumentos no fueron admitidos por los tribunales. De ser considerado culpable, Assange se enfrenta a una condena de 175 años de prisión.