Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, fue hospitalizado este domingo tras 10 días infectado por coronavirus COVID-19. Sus síntomas persisten y su estado no mejora, por lo que los médicos decidieron trasladarlo del apartamento de Downing Street donde guardaba la cuarentena al hospital más cercano. Pero la preocupación de Johnson no es esa: su novia, Carrie Symonds, está embarazada de su primer hijo y también está contagiada.

La prometida del político, de 32 años, abandonó la residencia común tras el positivo de Johnson por ser grupo de riesgo pero ya era demasiado tarde: estaba contagiada. Embarazada de seis meses, los expertos aún no saben con exactitud cómo afecta el COVID-19 en el feto, de manera que la preocupación de los futuros padres es tremenda.

Boris y Carrie no solo viven horas de angustia sino que están condenados a hacerlo separados. Ella está aislada con su perro Dylan en una casa al sur de Londres, él fue ingresado este domingo: "Es una medida de precaución, ya que el primer ministro sigue teniendo síntomas persistentes de coronavirus diez días después de dar positivo por el virus", explicó una portavoz de Johnson. 

Johnson, que fue uno de los más reacios a creer en esta pandemia, dio las gracias al gran servicio sanitario a través de su portavoz: "El primer ministro agradece al personal de Servicio Nacional de Salud por su duro y estupendo trabajo e insta a la población a continuar siguiendo los consejos del Gobierno para quedarse en casa, proteger el SNS y salvar vidas".

Reino Unido ha abierto un hospital en un centro de convenciones para dar mayor servicio con 4.000 camas. El propio príncipe Carlos, ya prácticamente recuperado de su infección de coronavirus, lo inauguró a través de videoconferencia desde su residencia en Escocia.

comentarios0WhatsAppTwitterLinkedinBeloud