Letizia no fue la única mujer plebeya que entró en la realeza europea. Antes que ella lo hicieron Mary Donalson, Mette-Marit e incluso Máxima Zorreguieta y todas ellas lucharon por un objetivo común: la aceptación de sus suegras. Ahora, un documental desvela cómo fue aquella etapa para la actual reina de los Países Bajos.

El reportaje 'De zware jas van Beatrix', que conmemora el 40 aniversario de la investidura de Beatriz de Holanda, desvela que esta se opuso al noviazgo entre Máxima y su hijo, el príncipe Guillermo. ¿El motivo? La vinculación de su padre, Jorge Zorreguieta, con la dictadura de Videla. Sin embargo, la joven argentina tuvo un magnífico cómplice en palacio: su futuro suegro, el príncipe Claus, ya fallecido.

Según el diplomático israelí y amigo de la familia Avi Prim, Claus sabía que Beatriz y Máxima congeniarían muy bien si llegaban a conocerse, por lo que organizó una cena entre ambas a espaldas de su mujer. La entonces novia de Guillermo derrochó simpatía y calidez, de manera que a la hora de los postres la reina ya había caído rendida a sus encantos, como harían meses después todos los soberanos de los Países Bajos.

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