Saúl Craviotto (35) es otro de los famosos que en estos momentos de crisis han dejado a un lado su profesión para ayudar a la sociedad ante la grave crisis sanitaria por el coronavirus. El medallista olímpico ha vuelto al cuerpo de Policía de Gijón, puesto que dejó por el piragüismo, para poner su granito de arena en estos complicados momentos.
El deportista se comunicó el pasado martes con sus superiores para transmitirles su mayor disponibilidad: "Si necesitan hombres, que cuenten conmigo", dijo Saúl, que se deshizo en halagos para sus colegas del cuerpo en el diario La Razón: "Siempre me he sentido muy orgulloso de todos pero ahora aún más. En estos momentos, no tengo una labor de calle como policía, pero lo que ellos hacen es para quitarse el sombrero y siento un respeto profundísimo por mis compañeros de la Policía Nacional, Guardia Civil, policías locales, militares, y, por supuesto, sanitarios, que están al pie del cañón. Se están dejando la vida y poniéndose en riesgo".

El también ganador de Masterchef Celebrity ha tomado esta decisión después de la cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokyo, prueba en la que apuntaba a ser el abanderado de España. Pese a todo, Saúl confía en cumplir ese sueño el próximo año: "Afronto este año que tenemos por delante con mucha motivación, porque incluso cobra más sentido lo de ser abanderado. Me voy a dejar la piel junto a mis compañeros de deporte y los de otras disciplinas para darle una alegría al país", declaró.

En su charla con el medio, el piragüista también se refirió a su tiempo de aislamiento junto a su mujer, la asturiana Celia García, y sus dos hijas, Valentina y Alejandra, de 5 y 2 años, respectivamente: "Soy una persona que entrena muchas horas, muy atareado, estaba todo el día viajando. Entreno en Sevilla muchos periodos, también en Madrid, y ahora estoy todo el rato con ellas jugando, pintando, haciendo deberes...". Ahora abandona este encierro para volver a ser policía.