Greta Thunberg (17) ha anunciado que estas dos últimas semanas ha estado completamente aislada por decisión propia, ya que presentó síntomas de la pandemia. El coronavirus también le pudo afectar a su padre, Svante Thunberg, que comenzó a sentir malestares más fuertes al mismo tiempo que ella. Ninguno de los dos se ha sometido a las pruebas, ya que en Suecia los profesionales sanitarios no te las hacen si no se trata de una emergencia.
"Durante las últimas dos semanas he estado aislada, y luego creo que cogí el virus. Llegué a casa desde Europa Central y me aislé desde el principio porque pensé que he estado en trenes y no quiero poner a nadie más en riesgo", ha confesado la sueca en un vídeo publicado en The New Scientist.
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Comenzó a sentirse mal a los pocos días de regresar a su hogar: "Luego empecé a sentir algunos síntomas tras unos pocos días, aunque no sentí que estuviera enferma. Podría ser solamente que estaba inusualmente cansada, y estaba tosiendo un poco. Y eso también es muy peligroso, por supuesto, porque no te das cuenta de que lo tienes. Me sentía cansada, tenía escalofríos, dolor de garganta y tosía", ha recordado.

Pensó que era coronavirus porque su padre comenzó a tener los mismos síntomas, pero de forma más intensa y también presentando cuadros de fiebre. Ha explicado que no sabe con total seguridad si lo tiene, ya que a ninguno de los dos les hicieron las pruebas por no ser personas de alto riesgo: "De no ser porque mi padre lo cogió al mismo tiempo que yo y mucho más intenso, podría no haberme dado cuenta. En Suecia sólo nos permiten hacernos test si tenemos alguna emergencia médica".
Aun así, cree que los síntomas sí han sido consecuencia de la pandemia: "Por lo tanto, no me hicieron la prueba de COVID-19, pero es extremadamente probable que lo haya tenido, dados los síntomas y las circunstancias combinadas". La activista se aisló junto a su padre para evitar así contagiar a su madre y a su hermana.
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La joven sueca ha aprovechado su intervención para recordar lo importante que es seguir a rajatabla las medidas y recomendaciones de los gobiernos: "Mucha gente no siente síntomas, o los siente muy suaves, pero aún puede ser contagioso. Los que no pertenecemos a un grupo de riesgo tenemos una enorme responsabilidad, nuestras acciones pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte para muchos otros", ha señalado.
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