Tamara Falcó está devastada. La hija de Isabel Preysler vive uno de los peores momentos. Ha perdido a su padre, el marqués de Griñón, a los 83 años y víctima del coronavirus y se queda huérfana justo cuando atravesaba por el mejor periodo profesional. La campeona de Masterchef, de 38 años, sufrió un ataque de ansiedad cuando supo que su padre había muerto.

Tres días después, se reunió con sus cuatro hermanos para despedir a su padre en la más estricta intimidad. Con mascarillas, sin besos y a un metro de distancia unos de otros, así fue el tristísimo adiós a Carlos Falcó, al que solo acudieron sus cinco hijos: Manolo y Xandra, fruto de su primer matrimonio con Jeannine Girod; Tamara, de su relación con Isabel Preysler; y Aldara y Duarte, de su tercer matrimonio con Fátima de la Cierva. Su viuda, Esther Doña, no asistió pues se encuentra aislada, afectada también por coronavirus.

La más popular de todos los vástagos del marqués acudió completamente rota de dolor. La muerte de su padre, a quien estaba muy unida, la pilló completamente desprevenida. Recibió la noticia en su domicilio de Puerta de Hierro, donde está confinada con su madre y Mario Vargas Llosa, y allí Tamara sufrió un ataque de ansiedad por el que tuvo que ser atendida.

Los hijos del marqués celebrarán un funeral cuando acaba el estado de alarma y tienen previsto esparcir las cenizas de su padre en su finca Casa de Vacas, en Toledo, el lugar que más amaba.

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Carlos Falcó murió el viernes 20 de marzo. Ingresó unos días antes con síntomas compatibles al coronavirus y fue su hija Xandra quien lo trasladó al hospital. Allí, tras dar positivo en el test y dada su gravedad, fue trasladado a la UCI, pero ya nada se pudo hacer por salvarle la vida.

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