La mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, la persona que más contacto físico tiene con el presidente, al menos en teoría, daba positivo en coronavirus este sábado, como ya informamos, apenas momentos después de que su marido comunicara al país el estado de Alarma del que nos había prevenido un día antes.

Después de un Consejo de ministros de una duración insólita, el jefe del ejecutivo compareció con un aspecto físico preocupante, lo que en lenguaje común se califica como "con mala cara". Pero las últimas jornadas, y en especial el debate duro que mantuvo con sus vicepresidentes y ministros durante casi 12 horas muy intensas, y la extrema gravedad del momento que atraviesa España, hacían comprensible este aspecto de Sánchez, en principio un hombre saludable a sus 48 años recién cumplidos.
Los análisis
Pero cuando aún no habíamos llegado a la medianoche de este sábado 14 de marzo histórico, que no olvidaremos, llegaba el comunicado de Moncloa para indicarnos que la enfermedad estaba en el mismísimo palacio residencial del presidente: "Los análisis realizados en las últimas horas en Moncloa a las personas más cercanas al presidente del Gobierno han dado positivo en el caso de su esposa, Doña Begoña Gómez", ha informado Moncloa en un comunicado. "Tanto la señora Gómez, como el presidente, se encuentran bien, ambos se mantienen en La Moncloa y siguen en todo momento las medidas de prevención establecidas por las autoridades sanitarias".
¿Cuarentena?
El comunicado puede ser interpretado claramente como que el presidente está en cuarentena. Si personas de la relevancia del Rey Felipe VI o doña Letizia se sometieron al test del coronavirus después de que la reina se besara con la ministra de Igualdad Irene Montero, entendemos que el presidente Sánchez también lo ha hecho después de que su propia esposa haya sido confirmada como contagiada por el virus.

Toda vez que no se ha comunicado que Pedro Sánchez esté infectado, debemos colegir que no lo está, pero que deberá guardar las "medidas de prevención establecidas por las autoridades sanitarias", tal y como el comunicado de Moncloa explicaba. Esto significa que, como en el caso de la Reina Letizia, o de Pablo Iglesias tras el positivo de Irene Montero, Sánchez no puede estar sin protección con su mujer, y además deberá someterse a controles diarios como tomarse la temperatura y vigilar sus síntomas especialmente. Que no haya dado positivo no implica que no esté en claro riesgo si su esposa está contaminada.

El personal de Moncloa, los trabajadores que les hacen las camas a Begoña Gómez y su marido, los encargados de su seguridad, los más cercanos al presidente, han pasado ya probablemente por todos los test, y la agenda presidencial queda anulada al menos en cuanto a asistencia presencial se refiere. Nada sabemos al respecto y por tanto ignoramos hasta qué punto sigue operativo Pedro Sánchez y la misma Presidencia del Gobierno.
La presencia de Pablo Iglesias, en cuarentena tras el positivo de su pareja, y que interrumpió a petición de Sánchez para acudir al consejo de Ministros, durante tantas horas, a pesar de las prevenciones y medidas adoptadas, deben ser tenidas en cuenta.
Carmen Calvo y Pablo Iglesias
Al margen de las medidas que toda España escuchó este sábado por boca del presidente, sebemos que si por enfermedad el jefe del Ejecutivo quedara encapacitado para asumir el mando y responsabilidad de guiar al país, sería Carmen Calvo, la vicepresidenta, la encargada de coger el timón. Pero Carmen Calvo,de 62 años, también estuvo en la manifestación del 8-M, y por cierto, codo con codo con Begoña Gómez. Después de Carmen Calvo, las autoridades del poder Ejecutivo son Pablo Iglesias y Teresa Ribera, cuarta vicepresidente, encargada de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Las otras autoridades del Estado son Meritxell Batet, presidenta del Congreso, Pilar Llop, presidenta del Senado, y Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial.