El torero Jaime Ostos sufre una lesión en la espalda que ha limitado su movimiento en los últimos meses y le provoca fuertes dolores. Los tratamientos domiciliarios no le ayudan y, a sus 88 años, fue ingresado en la clínica La Zarzuela hace ya cinco días. Su familia está muy preocupada: "No volverá a ser el mismo".
Afirman que el estado anímico de Ostos es bueno, pero su familia se teme lo peor: "Esta tarde van a hacerle unas pruebas para ver si pueden infiltrarle y ver si mejora algo, pues, sinceramente, él ya tiene que moverse con la ayuda de una andador, y, claro, siendo como es de vanidoso y de bravo, se ha negado a moverse de su casa hasta que pueda caminar por sí solo, algo que, a día de hoy, lo vemos complicado", ha dicho su entorno a EFE.
Lea también - Jaime Ostos, muy delicado a los 88 años: "Estoy jodido, tengo dolores muy fuertes"
El torero, que pasó los últimos tres meses del 2019 ingresado por una neumonía, sufre un pinzamiento en las lumbares y osteoporosis, lo que le provoca dolores muy agudos que le impiden caminar. Hace unas semanas, Ostos concedió una entrevista al diario ABC para tranquilizar a sus seguidores y amigos: "Sigo con el plan que me pusieron los médicos pero de cuando en cuando me vienen unos dolores muy fuertes. Me duele mucho la cadera y tengo que tomarme unas pastillas para calmar el dolor. Son los dolores más fuertes que he tenido en mi vida. Esto me ha recordado que hay cosas más fuertes que las cornadas de los toros".