El actor de 41 años fue denunciado el pasado mes de octubre por dos estudiantes de actuación, que afirmaron que James Franco las presionó para desnudarse durante las audiciones. El protagonista de 127 horas se ha manifestado este martes: "Están hambrientas de atención".
El actor ha enviado un comunicado a los medios a través de su abogado: "Esta demanda es una parodia de la justicia y la culminación de una campaña sin mérito que ha empañado injustamente la reputación duramente ganada de un hombre decente", reza el documento.
Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal, las dos demandantes, afirmaron que Franco y otros maestros de la academia en la que estudiaban participaron en "conductas inapropiadas y sexualmente cargadas" hacia ellas y crearon "un ambiente de acoso y explotación sexual". Las dos mujeres se inscribieron en Studio 4 en el año 2014 y aseguraron que las clases incluían lecciones sobre escenas sexuales que consistían en "simulaciones de actos sexuales que iban mucho más allá de los estándares de la industria". Tither-Kaplan explicó en la demanda que participaron en el ensayo de una orgía en la que Franco simulaba practicar sexo oral a las mujeres. Según el relato de la acusación, Franco quitó las protecciones de plástico que cubrían las vaginas de las mujeres antes de simular el sexo oral.
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La demanda exige indemnizaciones para las afectadas y la devolución o destrucción de cualquier grabación que se hiciera en las clases de actuación.
Esta no es la primera vez que el actor ha sido acusado de comportamiento inapropiado. En 2017, tras el nacimiento del movimiento Me Too, otras cinco mujeres lo señalaron. Pocos días después, Franco respondió a esas acusaciones en The Late Show: "Las cosas que he oído que están en Twitter no son precisas, pero apoyo completamente que la gente salga y sea capaz de tener una voz porque no tuvieron una voz durante mucho tiempo (...) Si he hecho algo malo, lo arreglaré. Tengo que hacerlo", dijo.