El Papa Francisco (83) ofreció este miércoles una audiencia en la Plaza de San Pedro, donde saludó con normalidad a todos los presentes y expresó su solidaridad con los enfermos del coronavirus. Horas después, fuentes oficiales cancelaron su asistencia a la basílica de San Juan de Letrán en Roma para asistir a la liturgia penitencial con el clero de Roma por una "leve indisposición".

Desde el Vaticano afirman que el Papa Francisco está "resfriado" y que mostró los primeros síntomas antes incluso de atender la audiencia del miércoles, por lo que su 'baño de masas' no tiene nada que ver. Se da la casualidad de que durante la misma, el Pontífice expresó su solidaridad y simpatía por los enfermos del coronavirus: "Expreso mi cercanía a los enfermos a causa del coronavirus, a los operadores de salud que cuidan de los enfermos, a las autoridades civiles y a todos los que se están empeñando para asistir a los pacientes y detener el contagio".

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El coronavirus ya ha infectado a 650 personas en Italia y 17 de ellas han fallecido. El Vaticano ha tomado precauciones para proteger al clero, como cambiar el lugar de la catequesis semanal del Papa. Por otro lado, se han limitado la congregaciones de fieles en lugares cerrados y se han cerrado las catacumbas de Roma a los turistas, además de colocarse dispensadores de geles desinfectantes para las manos en las oficinas donde trabaja el personal del Vaticano.

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