El torero atraviesa una etapa delicada en cuanto a salud se refiere. Tras pasar casi tres meses ingresado en el hospital por un edema de pulmón agudo, su hijo Jacobo desveló que su situación en casa no mejora: "No se va a recuperar porque ya la osteoporosis que tiene es grave". Ahora es el propio Jaime Ostos el que habla de su día a día: "Tengo dolores, estoy jodido. Hoy me ha dado uno muy fuerte".
El torero ha afirmado que jamás había sufrido un dolor semejante: "Me duele mucho la cadera y tengo que tomarme unas pastillas para calmar el dolor. Son los dolores más fuertes que he tenido en mi vida. Esto me ha recordado que hay cosas más fuertes que las cornadas de los toros", ha dicho en ABC. "Lo peor es que el dolor te aparece cuando menos te lo esperas: subiendo la escalera, cuando vas al baño y tienes problemas con los movimientos que acentúas un poco más bruscamente".
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El matador sigue las recomendaciones de los médicos y aguanta a base de pastillas y mucha paciencia: "Los primeros tres meses perdí once kilos. Y ahora estoy haciendo ejercicios de rehabilitación con el fisio, hago pesas, bicicleta, ando En momentos ando sin muletas por la casa". Tampoco tiene prisa por salir a la calle: "Para lo que hay que ver En la época de Franco había ocho ministerios y ahora hay veintitantos que pagamos tú y yo. Ahora con el tema de la igualdad se buscan mujeres para cubrir la mitad de los puestos y yo creo que hay que buscar a los mejores para el Gobierno, sean hombres o mujeres, ¿no?".
"Con Franco había ocho ministerios, ahora más de veinte y los pagamos todos"
Ostos es muy crítico con la política pero también con el mundo del toreo: "La calidad del toro está bajando y hay que volver otra vez a la casta y a la bravura. Un toro no es un buey". Sobre el movimiento antintaurino, lo tiene claro: "No hay que quitar nada. Vas o no vas. A mí no me verás en un campo de fútbol porque me aburre". Y ha añadido: "El toreo no se puede perder porque tributa a Hacienda más que cualquier deporte".
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