El que fuera portavoz del PP en el Congreso durante el primer mandato de Mariano Rajoy, y ministro de sanidad, Alfonso Alonso, afronta con optimismo su difícil campaña electoral como lehendakari del País Vasco, una comunidad en la que este partido tiene actualmente una proyección residual.
Alfonso Alonso lleva 25 años dedicado a la política y haciendo gala de un carácter conciliador ajeno a la actitud bronca que viene ejerciendo el PP desde que está en la oposición. De hecho, en los años en los que fue portavoz recibió elogios hasta de la oposición. "Es un hombre con el que se puede dialogar", dijo Antonio Hernando, cuando Alonso dejó la portavocía para asumir el ministerio de Sanidad tras la espantada de Mato, imputada en el caso Gürtel.

Conciliador, pero también firme en sus decisiones, Alonso lo expulsó de la ejecutiva del PP de Álava cuando salió reelegido como secretario provincial. Eso generó una animadversión evidente con el hoy líder del Vox, que siempre le ha culpado de su salida definitiva del PP vasco.
Les abandonó su padre
Alonso estudió Filología Hispánica en una época difícil para su familia: su padre les había abandonado. Por aquel entonces comenzó a estudiar Filología Hispánica y a mediados de los noventa, cuando estaba a punto de iniciar su carrera política, conoció a su mujer, Beatriz Maylin.
Su mujer es hija de un importante abogado de San Sebastián, mientras que Alonso es hijo del pintor Ramón Alonso Berástegui y de María Victoria Aranegui, procedente de una familia acomodada de Vitoria propietaria de varias fábricas que cerraron en los años 70.
Se casaron en 1996 en Fuenterrabía y son padres de cuatro hijos varones: Jaime, Javier, Alfonso y Juan. Tres años después, Alonso ganó la alcaldía de Vitoria, cargo que ocupó hasta 2007. La vocación política le venía de familia, pues su abuelo materno, Manuel Aranegui Coll presidió la diputación de Álava durante la dictadura franquista.

A pesar de que Alonso ha desarrollado buena parte de su carrera política en Madrid, la familia nunca se mudó a la capital. Su esposa es dueña de una pequeña boutique donde vende ropa y objetos de decoración. Aficionados al esquí, pasan muchos fines de semana en Baqueira con sus hijos.