La muerte de Fran Álvarez el pasado fin de semana ha vuelto a sacar a la luz los problemas de drogadicción del ex marido de Belén Esteban, sus tratamientos y recaídas, algo que el camarero siempre admitió, a diferencia de Belén, con la que vivió diez años de complicada relación.
Fran reconoció su dependencia del alcohol y su adicción a las drogas, dependencia que compartía con su pareja. Sin embargo Belén, una de las personas que más ha desnudados sus intimidades en público de la historia de España, nunca ha hablado de su enfermedad con la misma sinceridad del que fue su marido. Sí se ha referido a ese terrible episodio de su vida, aunque ella suele usar eufemismos para referirse a su etapa con las drogas diciendo cosas como "cuando me pasó aquello" o "mi problema ", etc., etc.
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Los dos integrantes de aquel matrimonio tóxico pasaron etapas muy problemáticas cuando vivían bajo el mismo techo junto con Andrea Janeiro, la hija de Esteban y Jesulín de Ubrique, todavía muy niña, viviendo las traumáticas experiencias de su madre.
El punto de inflexión que obligó al entorno de la Esteban a tomar una determinación drástica se produjo en abril de 2013, cuando en un Sálvame Deluxe, la eterna ex de Jesulín de Ubrique perdió los papeles hablando de Charly, el marido de Lydia Lozano, en ausencia de la periodista, al que trató entre otros calificativos de "mantenido". Lydia Lozano se vio obligada a entrar en el programa y respondió con esta frase, protegiendo al arquitecto con el que lleva casada casi 30 años: "Mi marido no va a rehabilitación como el tuyo".

Paolo Vasile conocía las adiciones de su empleada y dijo 'hasta aquí hemos llegado' . Aquel día decidió que no podía seguir así y los directivos de La Fábrica de la Tele, Óscar Cornejo y Adrián Madrid (arriba, junto a Belén), productora del programa, se lo comunicaron a quien entonces era su representante, Toño Sanchís: "O te la llevas o no vuelve más". Abajo, una imagen de Belén en 2011, en la boda de su jefe, Óscar Cornejo, con el socialista Jaume Collboni, actual número 2 de Ada Colau en el ayuntamiento de Barcelona.


"Va a tener que ser la familia la que tome decisiones, en contra de lo que quiera ella porque no está para decidir", llegó a comentar públicamente Jorge Javier Vázquez cuando Belén tocó fondo. Y Ana Rosa Quintana añadía: "Tiene que ingresar en un centro mucho tiempo para desintoxicarse. Yo me presto personalmente para lo que necesite".


A instancias de Toño Sanchís, se convocó una reunión en la consulta de un psiquiatra especializado en adicciones, a la que asistieron la propia Belén, su madre Carmen, su mejor amiga Mariví, además de los productores Adrián Madrid y Oscar Cornejo. El médico fue tajante: se imponía dejar la televisión, reposo y una terapia inmediata.

Alejada de los platós
Durante medio año estuvo Belén alejada de los platós. La Esteban se sometió a un tratamiento ambulatorio en el que los especialistas controlaban cada día las posible recaídas. Que las hubo al principio, como ocurre en todos los tratamientos. Pero en su entorno recuerdan que finalmente salió adelante con una gran fuerza de voluntad, consciente de que no tenía otra salida.

Peor suerte tuvo Fran, su ex marido, al que Belén Esteban llamaba "El Difunto " mucho antes de que efectivamente la tragedia se hiciera realidad. Belén no dejaba de criticarle públicamente y se llegó a publicar, aunque nunca fue confirmado, que la de Paracuellos vetó la participación de su ex en realitys usando su influencia en Telecinco. Expertos consultados creen que una estancia de meses de Fran por ejemplo en Supervivientes le hubiera podido servir como punto de partida para una rehabilitación.
Fran Álvarez se convirtió en un juguete roto, incapaz de superar las secuelas de un matrimonio traumático. Todos los que le trataron aseguran que era un buen chico, cariñoso, ingenuo, incapaz de hacer mal a nadie. Descanse en paz.
