Fran Álvarez, el primer marido de Belén Esteban, arrastraba varias adicciones desde hacía 10 años. Poco antes de su muerte, que podría haberse debido a una hemorragia intestinal, estaba sumido en una profunda depresión y contaba los días para ingresar en el programa de rehabilitación de Proyecto Hombre, donde le esperaban, una vez más, este miércoles.

Pasó de ser un personaje anónimo a ser perseguido constantemente por las cámaras y la prensa por su idilio con la princesa del pueblo. Procedía de una familia humilde y vivió prácticamente toda su vida en el barrio de La Elipa (Madrid), lugar que solamente abandonó durante su matrimonio con Belén Esteban.

Durante aquel tiempo, y a pesar de haber concedido varias entrevistas en exclusiva, trató de mantenerse alejado de los focos y continuó trabajando en el bar que regentaban sus padres en su barrio.

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No obstante, la presión mediática, los rumores de infidelidad y las drogas afectaron al matrimonio, que rompió y retomó la relación sucesivas veces. Fran pidió perdón públicamente por su infidelidad y durante esta etapa ambos desarrollaron varias drogodependencias, que más adelante confesarían: "Llegué a tocar fondo y rocé el infierno con la bebida. Eso me llevó también a coquetear con otro tipo de sustancias. Fue mi mayor desgracia (...) Llegó un momento en que estaba completamente deteriorado, física y mentalmente", confesó Álvarez en una entrevista para la revista Lecturas.

El problema que se vio agravado después de que el ex de Belén Esteban se encontrara a su madre inconsciente en la cama tras sufrir un ictus. A pesar de que su progenitora se recuperó favorablemente, él ya tenía un grave problema de adicción.

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Fran Álvarez intentó superar sus adicciones en varias ocasiones. Su amigo Aurelio Manzano, comentó en el programa Viva la vida de Telecinco que era "una persona de altibajos" y que últimamente "no estaba pasando por su mejor momento". De hecho, Manzano informó de que el pasado miércoles Álvarez se iba a desplazar hasta Burgos para comenzar otro tratamiento de desintoxicación en Proyecto Hombre. El año pasado también ingresó en el mismo centro, pero en su primera salida a los tres meses no cumplió con lo requisitos que le habían impuesto y le impidieron volver.

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