La ex de Bradley Cooper protagonizó una de las anécdotas de backstage en la gala de entrega de los premios Bafta, celebrados este domingo en Londres. Irina Shayk lució su espectacular figura con un vestido de malla que apunto estuvo de causarle un disgusto al quedar enganchado en un mueble.
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La modelo desafió al frío londinense y escogió para la cita un vestido de red y pedrería largo de color nude acompañado de un body del mismo color. Shayk completó el conjunto con unas sandalias retro y una cartera de mano en color champán de Burberry. Llevó el pelo suelto, un maquillaje en tonos tierra y un conjunto de collar y pendientes de diamantes de Tiffany & Co.
La modelo acudió a la cita con su amigo Riccardo Tisci, que tuvo que acudir en su ayuda cuando su espectacular vestido de malla se quedó enganchado en un mueble. El diseñador desenganchó con cuidado la prenda para que no se dañara e Irina compartió la anécdota en sus redes sociales.
