La Audiencia Provincial de Madrid condena al semanario de RBA y a la ex concejal de Los Yébenes a pagar 30.000 euros por intromisión ilegítima en la intimidad de los demandantes, es decir, de María Palacios y su marido, Alessandro Lequio.
La sentencia a la que ha tenido acceso Informalia es demoledora para la ex concejala, porque reconoce las tesis presentadas por la defensa de Alessandro Lequio y su mujer, defendidos por el letrado especialista en Derechos Fundamentales Tomás A. Ridruejo Barquilla, y considera que tanto Olvido Hormigos como la publicación que difundió el supuesto affaire cometieron una clara intromisión ilegítima contra la intimidad no solo del italiano sino contra su esposa, María Palacios.
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Se refiere la sentencia a la publicación de la entrevista con Olvido Hormigos en la revista que dirige Luis Pliego y que fue publicada el 20 de julio de 2016, y que "supone una intromisión ilegítima en la intimidad de los demandantes". Sostiene el fallo al que ha tenido acceso Informalia que "el que hubiera habido otras informaciones anteriores sobre posibles infidelidades de Lequio cuando tenía otras parejas estables, y no las hubiera desmentido, no implica que no tenga reservada esta faceta de su intimidad".
El texto dice que los magistrados han tenido "en cuenta la especial circunstancia en que se produjo la entrevista a Hormigos, cuando los demandantes se encontraban esperando el nacimiento de su hija". Y añade que "María Palacios no puede verse privada de este derecho (intimidad) por ser esposa del Sr. Lequio, o por trabajar para la revista Hola, o por haber dado reportajes anteriores acerca de su matrimonio o embarazo".
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El fallo argumenta que "en la revista Lecturas del 20 de julio de 2016, la Sra. Hormigos, no solo ratifica lo declarado en el programa Sálvame Deluxe respecto de su infidelidad con el Sr. Lequio, sino que, a su vez, da detalles sobre la misma (así las referencias a que las relaciones no se produjeron en un camerino sino en la casa de los demandantes)". Cree el tribunal que las "manifestaciones y el contexto del reportaje sobrepasan el derecho de información, y han de entenderse como una intromisión ilegítima en la intimidad personal de los demandantes, máxime cuando la entrevista se acompaña además de con titulares sensacionalistas y morbosos, como se recoge en la sentencia apelada, con un ejemplar de la novela erótica de la Sra. Hormigos, con el sugerente título El abrazo infiel, cuando toda la entrevista se refiere a la infidelidad de la Sra. Hormigos y el Sr. Lequio".
La sentencia aún no es firme, ya que pueden plantear recurso de casación ante el Tribunal Supremo, pero la desestimación de dicho recurso supondría la imposición de las costas procesales, teniendo que pagar más dinero a los demandantes.
El escándalo sexual del verano
Debemos remontarnos al verano de 2016 para recordar el escándalo que ha desembocado en esta terrible sentencia para Olvido Hormigos y la publicación que pagó y difundió la exclusiva con las manifestaciones realizadas por la co-demandada. Recodemos que el titular de la entrevista publicada en Lecturas (número 3356, de 20 de julio de 2016), decía así: "Olvido lo cuenta todo de Lequio: el escándalo sexual del verano".



No le ha salido barato a la concejala lesionar la intimidad de los demandantes tras contar en diversos medios y de forma reiterada las presuntas relaciones sexuales que supuestamente mantuvo con el italiano. "Acabamos muy hartos de tantos meses de mentiras y de ese oportunismo que lo único que buscaba era llenar los bolsillos sin tener en cuenta el daño que le hacían a mi familia", decía Alessandro tras los escándalos protagonizados por Olvido Hormigos.
Lequio y María dijeron que invenciones como las que según ellos llevó a cabo Olvido Hormigos para lucrarse hacen mucho daño no solo al matrimonio sino a la causa del acoso sexual, a las mujeres que los sufren de verdad. Pero sobre todo, "está en juego la intimidad de Lequio y también la de María, la violación de esa intimidad, el daño causado durante tanto tiempo", explican a Informalia fuentes cercanas a los afectados.
En su día, de nada sirvió que Lequio negara una tras otra las historias que le implicaban en supuestas infidelidades o que la presunta amante no presentara una sola prueba que corroborara sus afirmaciones. Por eso, de común acuerdo con su mujer, Alessandro Lequio y María Palacios, decidieron interponer en los tribunales la demanda que ahora se ha resuelto a su favor.
Ya avisó a su manera el bisnieto de Alfonso XIII de que las actuaciones legales llegarían cuando dijo esto en televisión: "Yo no anuncio las demandas, yo las pongo", advirtió. La "vendetta" de Lequio y su mujer, si se puede llamar así, con todas las comillas, es la que un estado de Derecho permite, la que legítimamente les asiste por ley: viendo que en su opinión su intimidad se lesionó gravemente, que lo pasaron mal, en un momento muy delicado de sus vidas, con un embarazo avanzado, el entorno del italiano y su mujer reconoce que "los ataques fueron tantos, tan terribles y tan reiterados que llegaron a agobiar". Por eso demandaron a Olvido Hormigos , cuya defensa lleva la abogada Cynthia Ruiz, por las manifestaciones realizadas, que consideraron desde el principio una intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad personal y familiar, como ahora reconoce la jueza.
En enero de 2016 supimos que María Palacios estaba embarazada. La noticia llegaba cuando Alessandro y su mujer cumplían 17 años juntos, ocho de ellos casados. Pocos apostaban en su día por su relación, pero la periodista y Alessandro Lequio han demostrado que estaban hechos el uno para el otro. Lequio, de 57 años, y María, de 40, reconocen que a lo largo de todo este tiempo alguna vez han estado a punto de tirar la toalla y admitir con resignación que no serían ya padres.
Cuando decidieron dar el paso de tener un hijo juntos, ella comentó en medios que tuvo que ser operada de un mioma, lo que retrasó sus planes. Después, no lo lograron y hasta acudieron a los médicos en un par de ocasiones. "No vieron nada anormal que no fuese la edad de Alessandro y también la mía, porque tampoco tengo ya treinta años", contaba María.
Cuando se quedó en estado llevaba su embarazo "fenomenalmente", decía cuando le preguntaban. Se quejaba solamente de que pasaba algo más de sueño y de que tenía menos hambre. Sin antojos. Hacía vida normal, al margen de dejar de hacer deporte. Aunque el embarazo marchaba bien, la mujer de Lequio se lo tomaba con prudencia por todo lo que les había costado encontrar a su bebé.
María Palacios estaba viviendo un verano tranquilo, ese 2016 en que se iba a convertir por fin en madre. Era una época confortable para ella y para que su Ginevra estuviera tan a gusto en la tripita. Pero apenas cinco semanas antes de la fecha prevista para su salida de cuentas se vio envuelta sin comerlo ni beberlo en un estado de tensión que llegó a afectarla notablemente.
Olvido Hormigos comenzó a contar una historia que afectaba no solo a la intimidad de Alessandro y de su mujer, embarazada de 32 semanas cuando comenzó el circo, sino a la estabilidad que María y su marido buscaban a la espera de la llegada de su hija. Los comentarios no cesaban. La ex concejala de Los Yébenes repetía sus declaraciones cada vez en más medios y con mayor frecuencia. Olvido llegó incluso a relatar detalles escabrosos de una relación que Lequio desmintió desde el primer momento. "Es todo falso y no voy a entrar en lo que dicen estas señoras porque sería darle un mínimo de credibilidad", decía tajante el contertulio.
"No voy a entrar en este mundo de fantasías e invenciones. Me niego", añadió para, posteriormente, desmontar los supuestos datos aportados por Olvido Hormigos sobre sus encuentros secretos: "Los miércoles por la tarde juego mi partido de golf con mis amigos y te fichan todos los días que entras", explicó.
Lequio argumentó que la versión de Olvido era incierta, recordó que no habría foto alguna que corroborara los falsos hechos relatados e insistió en que tanto su mujer como él están "disgustados". El contertulio dijo que habían tratado de convertir su vida en una fantasía que más bien parecía "el camarote sexual de los hermanos Marx". También desmintió que hubiera abonado 6.000 euros a la ex gran hermana Natacha a cambio de placeres sexuales.
Pero Olvido no cesó en sus declaraciones, cada vez más frecuentes y reiteradas, y los relatos de la ex concejala contaminaron aquel verano de Lequio y de su mujer. Estando de vacaciones en Galicia, apenas pudieron salir de la casa que tenían alquilada porque, tras las declaraciones de Hormigos, cámaras de televisión, fotógrafos y reporteros se instalaron en la puerta. Resistieron como pudieron.
A pesar de todo, la llegada de su hija Ginevra fue para ellos el punto de partida de muchas ilusiones y esperanzas. "Por mucho que hubiera imaginado tener a mi hija en brazos, la realidad lo supera todo" aseguraba una emocionada María. "Ese es el cimiento de nuestro matrimonio, y no ha habido ni la más mínima fisura", dijo entonces la madre feliz de ver la cara de su bebé. Ginevra Ena vino al mundo el 17 de agosto de 2016 en el Hospital Nisa Pardo de Aravaca, en Madrid, alrededor de las 16.30 horas.
El verano resultó más complicado de lo que hubieran querido ambos, no por el embarazo de María sino por la persecución mediática a la que fueron sometidos tras el tumulto ocasionado después las bombas que fue repartiendo Olvido Hormigos, quien hizo, posados, portadas, y distintos 'bolos' aprovechando el tirón del escándalo. Muy a su pesar, Lequio y María eran objetivo principal de los paparazzi; ambos se convirtieron junto con las presuntas amigas de Alessandro en el objetivo prioritario de la prensa.