Era el gran día de Pedro Sánchez y Begoña Gómez no se lo quería perder. La mujer del nuevo presidente del Gobierno vivió desde la tribuna la sesión de investidura y, tras la votación, celebró el resultado levantándose de su asiento y aplaudiendo con fuerza a su esposo.
Begoña no estaba sola, ya que a su lado se encontraba su suegro, Pedro Sánchez Fernández, con quien se fundió en un gran abrazo, y su suegra, Magdalena Sánchez-Castejón, también eufórica. La emoción de la nueva 'primera dama' española se reflejaba en la enorme sonrisa que se dibujaba en sus labios.
Con este aplauso, el PSOE renunció a la centralidad, a la socialdemocracia europea, a la unidad de España y al constitucionalismo. #PSOEaLaDeriva pic.twitter.com/Xcua1MWJH4
— Rodrigo Mesa (@rodmesag) January 7, 2020
Para la especial ocasión, Gómez se decantó por una blusa de color rojo, color por antonomasia de los socialistas, y por un pantalón negro. Lo cierto es que la mujer de Sánchez ha pasado desapercibida y se ha mantenido en un segundo plano.

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Se trata de la primera aparición del año de Begoña, ya que este lunes no estuvo en la Pascua Militar, como sí hizo cuando su marido era presidente en funciones.