Plácido Domingo y su familia pasan la Navidad en España, donde se sienten protegidos y a gusto entre la gente. Después de ser acusado de acoso sexual por una veintena de mujeres en Estados Unidos, el tenor se vio obligado a cancelar sus actuaciones en el Metropolitan de Nueva York y a dimitir de la ópera de Los Ángeles, de la que era el director artístico.
Así que el gran cantante de ópera y su familia han decidido disfrutar de las fiestas en Madrid, donde Plácido nació en enero de 1941. El artista y su esposa se han dejado ver en locales de moda, como el restaurante El Qüenco de Pepa, el favorito de muchas celebridades, como Isabel Preysler o Fernando Fernández Tapias y su mujer Nuria González, y en el que han estado recientemente Enrique Iglesias después de su concierto en Madrid o la mismísima reina Sofía que almorzó con unos amigos.
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Plácido Domingo se siente querido en Europa y su primera actuación después de que estallara el escándalo en Estados Unidos fue en el mes de agosto en Salzburgo (Austria), donde fue abiertamente aclamado por un público entregado.
Hace una semana, Domingo celebró en La Scala de Milán el 50 aniversario de su primera actuación en el templo sagrado de la lírica para los italianos. Durante 18 minutos, el teatro, puesto en pie, aplaudió la actuación del artista madrileño, que correspondió cantando a capela No puede ser, la famosa canción de la zarzuela La tabernera del puerto, de Sorozábal.
Admiradores de Francia, Alemania, Turquía y Madrid viajaron a Milán para esa noche histórica. Una de ellas, una mujer alemana, respondió a un periodista que le preguntó si no le importaban las acusaciones contra Domingo: "No me interesan, es el mejor", dijo.
La celebración de este 50 aniversario de su primera actuación en Milán se repetirá también en Madrid recordando su actuación hace medio siglo en la capital que le vino nacer. El 15 de mayo, día de San Isidro, Plácido se reencontrará con el público madrileño, esperando también la absolución de sus presuntos pecados.
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