Isabel Pantoja culmina uno de los mejores años de la década con su gran resurgir mediático como figura de televisión tras su paso por Supervivientes y con el lanzamiento de su próximo disco. Sin embargo, hay algo que le impide disfrutar de su tremendo éxito. Y eso es la salud de su madre, doña Ana, que está en una situación muy delicada.
La tonadillera se ha volcado con ella y no se separa de su lado. Ni siquiera se deja llevar por los millonarios contratos que hay encima de su mesa y que ha rechazado. "No sabe lo que su madre puede aguantar en la situación en la que se encuentra y quiere estar todo el tiempo a su lado. Está pendiente de ella al 100% y solo se mueve de su cama si es estrictamente imprescindible. Lo está pasando mal, nunca se había parado a pensar en cuánto quiere a su madre y se ha dado cuenta de lo importante que es para ella", cuentan fuentes cercanas de Isabel a Semana.

Pantoja ha rechazado suculentos proyectos profesionales para evitar moverse del lado de su madre. Uno de ellos era volver a dar las Campanadas en Telecinco. La cadena confiaba en ella como rostro clave de la noche del 31 de diciembre, pero la cantante no se siente en disposición de ejercer de maestra de ceremonias en una cita tan importante.
Además, también ha preferido no acudir a conciertos navideños que le podrían reportar unas grandes ganancias económicas. En las negativas de Pantoja no solo influye el no querer dejar sola a su madre en momentos tan complicados, sino que su propio estado de ánimo también se lo impide. "Estuvo en el cumpleaños de su nieta Ana, la hija de Kiko Rivera, está claro que no podía faltar. Pero a las nueve o así, solo tres horas después de llegar, se marchó a Cantora para estar con su madre. Hace un año se habría quedado con Kiko en Sevilla, pero ahora no le apetece", añaden al mismo medio.
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También declinó acudir a la cena de Navidad de Mediaset: "Incluso comunicó directamente a Paolo Vasile su decisión de no acudir a la cena de la cadena. Sintió mucho no poder ir y esperó al último momento para decir no porque ya tenía los billetes comprados y hasta el hotel, pero al final, declinó la invitación", sentencian.