Se llama 'El pequeño mercado español' (Mercado Little Spain) y encabeza la lista de los diez mejores restaurantes de Nueva York en 2019 según Pete Wells, el crítico gastronómico de The New York Times, uno de los más afamados del mundo. El local, propiedad de los españoles José Andrés y Ferrán y Albert Adriá, deleita a sus comensales con cochinillo ibérico, paella valenciana o aceitunas líquidas, entre otras.
Según Wells, el Mercado Little Spain "ha hecho que la gastronomía española en la Gran Manzana sea cinco o diez veces mejor" y "ofrece ingredientes que nunca antes habíamos", como "el gazpacho que brilla con aceite de oliva y vinagre de Jerez, el chocolate caliente espeso y oscuro que viene con churros recién salidos de la freidora, las copas de gin-tonic o un destacado recetario para la pastelería", con crema catalana o queso de cabra y miel.

El complejo está dividido en tres secciones, leña, mar y cenas españolas, y cuesta unos 35 dólares por persona. El Mercado Little Spain es el sueño de José Andrés, una de las grandes personalidades de la ciudad de los rascacielos. El asturiano ha sido nombrado dos veces una de las 100 personas más influyentes por Time y también ha sido galardonado con el premio 'Chef sobresaliente' y 'Humanitario del año' por la Fundación James Beard, además de propietario de ThinkFoodGroup, que el año pasado facturó 130 millones de euros.

Para levantar el Mercado Little Spain contó con la colaboración de los hermanos Adriá, y ofrecen desayunos, comidas, cenas, fiestas y hasta tienda de regalos con packs de ibéricos, chocolates o patatas fritas.

José Andrés y las demandas
El posicionamiento de Mercado Little Spain ha sido una maravillosa manera de cerrar un año complicado para el chef José Andrés. El pasado mes de agosto, una empleada de este local le demandó alegando que no le pagaba las horas 'extra' tal y como la ley estipulaba. Según esta mujer, recibía 15'55 dólares por hora en lugar de los 17'50 que marca la legislación. Él admitió "errores salariales" y afirmó que estaban "trabajando para corregirlos". Una respuesta que fue muy aplaudida: "Es por estas cosas que te admiro. Eres una gran persona. Si hay un fallo, se corrige".
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'Enemigo' de Trump y nominado al Nobel de la Paz
José Andrés es una de las personalidades más populares de todo el mundo y no solo por sus restaurantes. El pasado mes de octubre fue nominado por segunda vez al Premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria. El chef asistió a los damnificados por el huracán 'María' en Puerto Rico (llevó más de 100.000 comidas a los afectados), lo volvió a hacer con 'Dorian' en Las Bahamas y fundó una ONG internacional, World Central Kitchen, dedicada a alimentar, formar y dar trabajo a inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.

Esta labor lo enfrentó con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el que cruzó palabras y también demandas. José Andrés amparó a más de un millón de personas que la Administración Trump dejó en la calle y sin trabajo al comienzo de su mandato: "Trump está en contra de todo lo que a mí me gusta. Me negué a abrir un restaurante en un hotel del señor Trump porque no me quedaba otra salida que no hacerlo por su comportamiento ante los inmigrantes, a quienes yo debo lo que soy. Cuando me demandó y yo respondía demandándolo a él era como decir 'Yo puedo ser latino, hispano, inmigrante, y no tener el dinero que tiene usted, pero todos merecemos el mismo respeto'. Lo hice en representación de muchas otras personas a las que había pisado la dignidad". Antes de llegar a juicio, consiguieron un acuerdo. Con su antecesor, Barack Obama, la relación era muy distinta.

Rodeado de mujeres
José Andrés está a punto de celebrar sus bodas de plata (25 años de casado) con Patricia Fernández de la Cruz, Trichi para los amigos. Se conocieron en Washington bailando salsa: él daba sus primeros pasos en el universo culinario y ella estudiaba, alojada en casa de un tío suyo que trabajaba para la Embajada Española. "Se hizo de rogar. Me di cuenta de que me gustaba, pero ella no me hacía mucho caso. Lo seguí intentando hasta que lo conseguí", contó el cocinero en una entrevista. Se casaron en el 95 y han tenido tres hijas: Carlota (18), Inés (16) y Lucía (14).

El matrimonio vive con sus dos hijas pequeñas en Bethesda, una de las zonas más exclusivas de las afueras de Washington. La mayor, Carlota, estudia en Nueva York, en la NYU Stern School of Business.
