La actriz, que estos días presenta la película Legado en los huesos (adaptación cinematográfica de la trilogía de Dolores Redondo) se ha convertido en tendencia en las redes sociales. ¿El motivo? Hablar alto y claro sobre ETA y el hecho de que el exterrorista Arnaldo Otegi tenga un cargo público: "Que una persona que ha formado parte de un grupo terrorista, que ha matado y ha secuestrado, se presente a un cargo público, no me parece normalizar las cosas en absoluto. Al contrario: no es normal".
Marta Etura ha concedido una entrevista en El Mundo en el que se ha mostrado tajante sobre esta situación que ella, como vasca, vivió y sigue viviendo en primera persona: "Estoy a favor de la convivencia y el respeto de todas las ideologías, pero ellos no respetaron nada. Mataron y no hay ideología o religión que justifique el asesinato y el secuestro. El secuestro siempre pasa medio desapercibido cuando hablamos de este tema, pero a mí me parece de las cosas más terroríficas que se le pueden hacer a un ser humano y en el País Vasco sucedía constantemente", ha dicho. "Hay que pasar página y avanzar, pero para generar una sociedad de respeto en mi tierra necesitamos que las generaciones jóvenes sepan que, si coges un arma, no vas a tener un final feliz. Si lo que les decimos a los jóvenes es que puedes coger un arma hoy y tener un cargo mañana... Malo".
Etura, que tiene una hija de dos años, recuerda que vivir en el País Vasco no fue fácil para muchos: "En mi adolescencia ETA mataba a alguien cada 15 días. He vivido muertes, secuestros... Por desgracia convivimos con el mal, yo he visto ese mal absoluto en mi tierra cuando crecía". Su padre era un empresario amenazado por la banda terrorista: "Fue terrible, terrible. Un miedo permanente. Mucha gente ahora pasa por encima de aquello y me da mucha pena. No saben lo que fue".
Lea también: Iñaki Urdangarin comparte cárcel con la dirigente de ETA que intentó atentar contra el rey Juan Carlos
Además, la actriz ha analizado también la situación política que se vive en Cataluña: "En el momento en que la independencia parte a la ciudadanía en conmigo o contra mí, es un conflicto sin solución asegurado y una faena para la sociedad de Cataluña y para todos los españoles. Esto es paralelo a lo que pasó en el País Vasco. Se partió la sociedad, se enfrentó, se olvidó la convivencia y nadie se fiaba del otro". Y añade: "¿Qué ganan siendo independientes? Esa es la pregunta que tienen que hacerse. En el siglo XX vivimos un montón de nacionalismos que no trajeron nada bueno, sólo conflicto. En mi tierra se creó una atmósfera de que España era nuestro enemigo y no, no lo es".
En cuanto al resto de España, se muestra tajante: "Me parece lamentable que podamos ir a unas terceras elecciones porque los políticos no cumplan con su obligación que es ponerse de acuerdo. Si no son capaces, que es una vergüenza, sólo nos quedan los número: que gobierne la lista más votada".