Teresa Rivero, viuda de José María Ruiz-Mateos, vive una vejez amarga. Tras la muerte de su marido, de una hija y de la entrada en prisión de seis de sus trece hijos por fraude fiscal, la expresidenta del Rayo Vallecano de 85 años ha recibido una orden de desahucio para que abandone la casa en la que vive.
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La matriarca de los Ruiz Mateos está asfixiada por las deudas y se enfrenta a un desahucio. La mujer del fundador del desaparecido Grupo Rumasa llegó a ser una de las personas más poderosas en el tardofranquismo. Ahora, está a punto de perder su casa de Aravaca, que ha entrado en subasta pública, como ya ocurrió con su mansión de Somosaguas y su casa del Puerto de Santa María.

Teresa Rivero ha asegurado que desconoce cuándo y cómo se va a llevar a cabo el desahucio; tampoco sabe qué va a ser de ella después: "No sé cuándo me echarán ni dónde me iré. Sé que llegará el momento de que me echen de mi casa, a mi edad. Pero me queda la fe", ha dicho a El Español.
Sus hijos, desde la cárcel, piden a sus 57 nietos que se encarguen de ella y la acojan, porque según han informado personas cercanas a su entorno, el desahucio podría producirse antes de Navidad.

Rivero vivió sus mejores momentos a principios de los 90, cuando se convirtió en la primera mujer que presidía un club de fútbol español, su riqueza cayó con la quiebra de Rumasa hasta quedarse completamente en la ruina.
