Jorge Javier Vázquez acudió este lunes a un centro de cirugía estética. Lo hizo tan solo unas horas antes de pasar por el quirófano, pues este mismo martes se somete a una operación tras sufrir un ictus el pasado mes de marzo. Ante esta intervención, el presentador se mostró tranquilo y muy seguro de que no habrá ningún problema.

El comunicador acudió a la clínica de retoques luciendo una gran sonrisa y con un look muy informal. El periodista llevó una carpeta que parecía estar relacionada con asuntos dietéticos, aunque no dio detalles sobre los motivos que lo llevaron a pasar por este centro estético.

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El presentador de Sálvame ha vuelto a quirófano este martes pues, como ya anunció hace unas semanas, que uno de los dos "stens" que le pusieron tras sufrir el ictus tenía "un estrechamiento muy leve, de menos de un 15%".

Días después, dijo que no había nada de qué preocuparse: "Es una operación que tenía programada desde algún tiempo ya, como un mes y medio. Yo espero volver a poder estar con vosotros en la final. Ojalá pueda llegar a estar. En un principio no tiene por qué haber ningún problema", aseguró desde el plató de Gran Hermano VIP, mientras anunciaba su 'retirada' temporal. 

A pesar de todo, Jorge Javier confesó que había dejado escrito su testamento y es que los quirófanos le aterran desde que perdió a su padre en uno. 

El pasado 18 de marzo, 22 años después del fallecimiento de su padre, el presentador entró al quirófano para operarse de forma urgente del ictus que sufrió. La muerte de su padre siempre ha sido un tema tabú en su casa: "De mi padre no hablamos mucho, es algo que a todos nos duele tanto que no queremos compartirlo. No hace mucho, en una barbacoa, nos pusimos a hablar del perro y acabamos todos llorando", confesó en Viajando con Chester hace unos meses.

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