Luis Enrique Martínez vuelve a la selección española. Este martes a las 12.30 se ha anunciado su regreso en una rueda de prensa conjunta de Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, y José Francisco Molina, director deportivo. El entrenador asturiano ha recobrado la ilusión y las ganas de volver a los terrenos de juego casi tres meses después de la muerte de su hija Xana a los nueve años.

Luis Enrique ha vivido los peores meses de su vida. La pesadilla comenzó la noche del pasado 25 de mayo, cuando estaba concentrado con la selección en Malta y recibió la llamada de su mujer, Elena Cullell, que le comunicó entre lágrimas que habían detectado a su hija un osteosarcoma, un cáncer de huesos. El 29 de agosto, la vida de la pequeña Xana se apagó.

Desde entonces, Luis Enrique, su esposa y sus dos hijos tratan de reponerse del drama y, si bien es cierto que la tragedia pervivirá para siempre en sus corazones, han logrado superar la adversidad y afrontar de nuevo la vida con ilusión. En el caso del ex entrenador del Barça, el deporte ha sido clave.

Según contó el periodista deportivo Julián García Candau hace poco más de un mes, Luis Enrique encontró en el ciclismo la vía de escape necesaria para mantener su mente ocupada: "Sigue saliendo los fines de semana por las carreteras cercanas a su residencia", desvelaba. "Hace kilómetros en los que en ocasiones coincide con otros aficionados de la zona con los que comparte alguna conversación (...) Quienes a veces se vuelven a encontrar con él mantienen la opinión de siempre, pero perciben en él un dolor que no puede disimular", añadía.

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En estos duros meses, el técnico asturiano se ha volcado en su familia y, especialmente, en su mujer, que es quien peor lo está pasando: "La desgracia que se cebó en su familia lo convirtió en el ser humano que por su fuerte carácter no parecía. Luis Enrique muestra físicamente el dolor sufrido. Todavía no ha superado la muerte de su hija. Peor lo está pasando aún su esposa", desvelada el García Candau.

Luis Enrique también se apoyó en el fútbol para tratar de superar la pérdida de su hija. El seleccionador recibió el apoyo de todos los sectores del mundo del balompié y, con el paso de los días, comenzó a ver partidos y a centrar sus miras en un regreso que ya anticipaba Candau: "El tiempo está cicatrizando la herida por la desaparición de Xana y no es arriesgado vaticinar que su vuelta no está muy lejana", declaró. Dicho y hecho.

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