El Palacio Imperial es un hervidero de personalidades y royals este martes con motivo de la entronización del emperador Naruhito. Tras acudir a la ceremonia oficial, en la que Letizia ha deslumbrado con un look español y los chatones de Victoria Eugenia, los invitados han pasado a los salones para disfrutar de un té.
Aquí, Felipe y Letizia han tenido ocasión de saludar a sus homólogos europeos, empezando por Guillermo y Máxima de Holanda, a los que les une una estrecha amistad. El intercambio de abrazos y sonrisas han dado buena cuenta de ello. El esperado duelo de estilos entre Letizia y Máxima ha sido impactante, pues sus outfits eran muy dispares: mientras que la española ha elegido estampado oriental en un guiño a sus anfitriones y ha arriesgado con una diadema, Máxima ha apostado por lo seguro con un tocado floral de Fabienne Delevigne (algo recargado y que lució tanto en el bautizo de su hija Alexia como en su visita de Estado a Corea del Sur) y un vestido regio de encaje en tonos grises firmado por Edouard Vermeulen (Natan) que estrenó en el Día del Príncipe de 2017.
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Letizia también ha mostrado una gran sintonía con la princesa Victoria de Suecia, que ha acompañado a su padre, el rey Carlos Gustavo, vestida con un sencillo vestido azul noche de silueta lápiz y un delicado tocado muy 'british'.
A la ceremonia también acudieron representantes de las casas reales de Bélgica, con los reyes Matilde y Felipe, o de Dinamarca, con Federico y Mary, que fueron sentados junto a Carlos de Inglaterra.
El heredero de la Corona Británica acudió solo, al igual que Alberto de Mónaco y Haakon de Noruega, que no perdieron detalle de la histórica entronización del emperador Naruhito, acompañado por su esposa, Masako.
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