Este martes era un día importante para los pesos pesados de Vox, pues los técnicos de Urbanismo de Madrid se han personado en su casa para decidir si la precintaban por ilegalidades o no. Finalmente, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio pueden respirar tranquilos: pueden seguir ocupándola, aunque tienen 12 meses para ajustarse a la normativa.
Fuentes de Urbanismo han relatado a El País que "los técnicos han comprobado que se ha cesado la actividad que se ejercía en el sótano (un despacho de arquitectura) y que la vivienda se trata de una residencia familiar con menores. Se ha levantado el acta y ahora se esperará a la resolución del nuevo proyecto de licencia presentado para ajustar la casa a la legalidad". Si el proyecto presentado por Espinosa de los Montero y Monasterio es correcto, se aprobará, se ejecutarán las obras pertinentes y se cerrará el expediente. El proceso podría durar unos 12 meses más.
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Todo empezó en 2010. El matrimonio de Vox compró un chalet de 545 metros cuadrados que reformaron hasta convertirlo en la casa de sus sueños: tres plantas, garaje, ascensor, gimnasio, solárium y sótano. El problema es que al finalizar las obras, Espinosa y Monasterio solicitaron la licencia de ocupación de su vivienda, algo obligatorio, pero cuatro intentos y nueve años después, siguen sin ella. En 2016, el ayuntamiento de Carmena solicitó el cierre de la vivienda; ellos reclamaron pero la justicia dio la razón al consistorio. Ahora deben atenerse a la normativa de Urbanismo aunque podrán seguir viviendo en su casa.