Las relaciones entre el Rey Felipe VI y doña Letizia y Pedro Sánchez son pésimas, según algunos columnistas, debido a que líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones ha sido tibio frente a las sucesivas provocaciones y desafíos las instituciones catalanas y de los secesionistas.
Pero no solo se habla de distanciamiento entre Sánchez y el Rey por los independentistas. En los últimos meses se señala el "inmovilismo de Sánchez" como uno de los asuntos que preocupan en Zarzuela.
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De acuerdo con estas teorías, el Monarca responsabilizaría directamente a Sánchez del fracaso de esta legislatura y de la nueva convocatoria electoral. Recordemos que Felipe VI dijo públicamente que era mejor llegar a acuerdos que volver a las urnas, es decir, que el jefe del estado ve la situación muy nehativa para España por la paralización del país en un momento especialmente delicado en lo político y económico, con acontecimientos internacionales como el Brexit o la cruzada comercial de Trump contra el resto del planeta, incluida Europa .
El distanciamiento entre Pedro Sánchez y Felipe VI lo hemos visto, al menos en apariencia, en determinadas apariciones públicas. De hecho, en los diversos actos institucionales en los que coincide el presidente del Ejecutivo con los Reyes son muchos los comentarios de quienes habitualmente los siguen de cerca (prensa especializada en la Casa Real), y se habla de la nula sintonía entre ellos y hasta de las malas relaciones.
Famosa fue una fotografía, publicada por Informalia y que se hizo viral, captada el pasado mes de mayo, durante la capilla ardiente de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso de los Diputados y en la que se podía observar a un Rey Felipe que ni siquiera miraba a Sánchez y una Letizia Ortiz con gesto de desprecio hacia él.
Esto ocurría el mes de mayo, pero algunos cronistas avanzan que las relaciones ni mucho menos han mejorado. Así, una situación parecida se producía este miércoles 2 de octubre durante una reunión extraordinaria en Aranjuez del Instituto Cervantes. Allí se escenificó la tensión entre los Reyes y el presidente del Gobierno. Pese a estar en la mesa presidencial, a escasos centímetros, se evitaron durante todo el tiempo las miradas.
Fue imposible tomar una fotografía con los protagonistas interactuando y la tensión fue en aumento. Nada hubo más allá de los saludos protocolarios y, tanto don Felipe como doña Letizia, se mostraron tan distantes que la situación fue insostenible y el ambiente irrespirable, algo que resultó evidente no ya para los periodistas sino también para los invitados.


En La Moncloa parece que ha sentado especialmente mal este nuevo feo de los Reyes a Pedro Sánchez, no ya por la acumulación de desencuentros, sino por las elecciones que se avecinan y el daño que esta mala relación entre Gobierno y la Corona puede causar al PSOE. En Ferraz hay más de un militante que asegura que don Felipe "es un Rey de derechas".